Qué comer después de hacer ejercicio

Para ordenar el tema a tratar, debo separar la actividad física que se realice en dos grandes grupos básicos:

• Ejercicio aeróbico: que implica todas aquellas actividades de larga duración, y de mediana a baja intensidad como: correr, caminar, nadar, remar, pedalear, saltar la comba y deportes como: esquí de fondo, carreras de calle, Maratón, natación aguas abiertas, ciclismo.
• Ejercicios de fuerza: que engloba aquellas actividades de cierta duración, alta intensidad y que se realizan intermitentemente. Ejemplo: los ejercicios con pesas, los saltos, los lanzamientos, deportes como fútbol, tenis, baloncesto, handball, gimnasia artística.

Esta taxonomía es muy básica y no debe ser tomada como algo rígido, ya que no existen actividades ‘puras’ donde sólo se realice un ejercicio aeróbico o sólo de fuerza, siempre predomina un sistema sobre otro pero ambos trabajan simultáneamente.

• La primera premisa y por lo menos hasta que haya pasado media hora de la finalización de la actividad es hidratarse, para reponer agua y sales minerales.
• Si la actividad realizada tuvo predominancia aeróbica, se habrá consumido mucho glucógeno muscular y hay que reponerlo. Los hidratos de carbono de cadena compleja son los más aconsejados para ingerir, como por ejemplo: arroz, patatas, calabazas, frutas, etc.
• En las actividades de fuerza y velocidad se destruyen sustancias plásticas y hay que repararlas, para eso están los aminoácidos, que son los verdaderos constructores de tejido muscular. Se pueden ingerir a través de alimentos proteicos como la carne vacuna, porcina, pescados, huevos, soja, quesos, leche, etc.
• El porcentaje de cada alimento que se debe comer diariamente es el siguiente: 50 a 60% de Hidratos de Carbono, 15 a 20% de proteínas y 25 a 30% de grasas.
• Esos porcentajes variarán de acuerdo al tipo de actividad predominante que practiques.