La técnica Alexander se basa en la relación que existe entre la cabeza, cuello y hombros principalmente, pero toma a la persona como una totalidad inseparable. El mal uso de las posibilidades de movimiento del cuerpo, disminuye la energía y provoca vicios posturales y de gestos habituales.
La respuesta del músculo hacia el mal uso es la contractura, que no es más que una contracción permanente, asociada a dolor y fatiga nerviosa. La técnica Alexander busca modificar esos patrones motores, reemplazándolos por el uso correcto, detectando en el transcurso del movimiento que se hace incorrectamente, tratando de hacerlo consciente modificando la calidad del gesto que se realice, propiciando la relajación muscular.
Eliminar contracturas con técnica Alexander
El profesor utiliza sus manos para que la persona tome conciencia del correcto movimiento de la cabeza y cuello, que determinará la postura general del cuerpo. Se observa la importancia de la relación columna -cabeza, en donde ésta sigue la línea de la espalda y no se encuentra echada hacia atrás comprimiendo nervios y vasos sanguíneos.
Esa postura debería adquirirse idealmente para todos los movimientos diarios.
En una clase realizada con la ejecución de instrumentos musicales, el profesor se encarga de contactar ligeramente aquellas partes del cuerpo que no respondan al ?buen uso? en la ejecución del gesto específico. Se trata de mantener en equilibrio hombros, cuello y cabeza, porque un ligero deslizamiento de la convergencia de fuerzas, produce a modo de compensación una tensión muscular, que si persiste se convierte en contractura crónica, con la consiguiente molestia y fatiga nerviosa.
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