Las deudas provocan ciertos cambios en el estilo de vida de las personas, como actividades diarias restringidas, comer de más para consolarse y elecciones de alimentos de peor calidad.
Las deudas restringen la capacidad de elección de una persona, que intenta elevar su calidad de vida, a través de la asistencia a un centro de salud o a un gimnasio especializado.
La capacidad para elegir la comida que va a consumir se ve afectada por la restricción financiera.
Por tanto, la elección recae en alimentos de baja calidad y mucho más económicos como los dulces e hidratos de carbono simples, en desmedro de frutas y verduras, con menor capacidad energética y mayor coste.
La actividad física tiene la propiedad de secretar unas hormonas llamadas endorfinas, que te provocan bienestar físico y mental.
Una posible solución a tu problema financiero quizás comience en iniciar un plan de acondicionamiento físico integral en tu casa.
Debes trazarte un plan con objetivos que puedas lograr, y por sobre todo ser disciplinado y perseverante.
El ejercicio físico te irá ordenando tu alimentación, comenzarás a sentirte mejor, con más energía y ánimo. Tus elecciones alimentarias dejarán de ser maneras de consolarte de la realidad.
Tendrás más capacidad y fortaleza para afrontar tus problemas, el ejercicio además, opera sobre el plano emocional y mental en forma positiva.
Esta acción que ejerce el movimiento sobre tu salud mental, te dará más claridad de decisión y será la base para elecciones trascendentales.
Recuerda que un viaje de mil millas comienza con el primer paso.
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