Sin embargo el equilibrio debe estar dado por un adecuado desarrollo muscular en ambos planos para no supeditar un lado en relación al otro.
Por eso el estímulo abdominal en una misma sesión tiene que compensarse con un estímulo de la musculatura de la espalda.
De todos modos, no puede hacerse el mismo volumen de entrenamiento en ambos planos por las características particulares que tienen cada uno.
Algunas corrientes del fitness aconsejan una relación de 1,7 a 2 de ejercicios abdominales con respecto a músculos de la espalda.
Por ejemplo si haces 10 repeticiones de ejercicios para la columna tendrás que hacer entre 17 a 20 abdominales.
Cada vez que haces trabajo de la espalda, tienes que realizar en la misma sesión una estimulación del plano abdominal con un volumen de entre 1,7 y 2 veces al de las actividades para la columna.
De esa manera se conserva el equilibrio de la zona media.
Asimismo, hay corrientes de la gimnasia y las técnicas corporales, en la cual desechan todo intento de trabajar la columna en fuerza, limitándose a estirarla de diversas maneras.
La flexibilidad siempre debe estar presente, independientemente del programa que se elija.
Pero más allá de todo, es importante que percibas que es lo más beneficioso para ti, de este modo defines tú mismo el programa más adecuado a tus necesidades.
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