Una dieta rica en crucíferas y tu cerebro funcionará mejor

Parece mentira, pero la naturaleza en sus formas es como que da sus pistas. La nuez, un alimento que visto desde arriba se parece el cerebro, es genial para dicho órgano. Y las crucíferas, con una pinta bastante cerebral también (piensen en brócoli, coliflor o coles...), parece que tienen un efecto similar sobre el organismo encargado de elaborar el pensamiento.

Es que las crucíferas son, ni más ni menos, vegetales para el pensamiento, para estimular al cerebro. Sus propiedades así lo dicen, más allá de la enorme cantidad de beneficios que suelen tener (siendo anti cancerígenos, por ejemplo). Por eso mismo, no dejes de conocer estas cualidades específicas que tienen estos grupos de vegetales.

Algunas de las razones por las cuales debes comer crucíferas para tu mente:

Las crucíferas son ricas en potasio, un mineral fundamental para el buen funcionamiento del sistema nervioso central. Además tienen un buen contenido de vitamina K. Esta es fundamental para la vitalidad y para la longevidad.

También son buenos por cuestiones específicas. El brócoli, sin ir más lejos, es genial debido a su contenido de lignanos. Esta sustancia es muy importante para beneficiar todo tipo de acciones cognitivas tales como pensar, razonar, imaginar, recordar y hasta aprender palabras. Por eso mismo, tenerlo

Pero, además de contar con geniales niveles de vitaminas y nutrientes que permiten funcionar al cerebro mejor, también cuentan con un notable índice de antioxidantes. Esto siempre es genial para evitar la degeneración en general del cuerpo, incluyendo la mente.

Una buena receta para poner en marcha tu cerebro:

Esta receta que aprenderás a preparar a continuación está repleta de elementos que son geniales para tu mente. El brócoli, las semillas de calabaza (ricas en zinc), las espinacas y más. Cocina unos 70-80 gramos de pasta integral hasta que esté al dente. Mientras tanto, en una sartén apenas rociada con aceite de oliva, saltea el brócoli cocido unos pocos minutos, con ajo picado.

Mezcla la pasta ahí y, para finalizar el plato, sirve con un buen puñado de semillas de calabaza peladas y también espinaca fresca picada. Así tendrás un plato sencillo y lleno de elementos saludables para tu cerebro y el resto de tu cuerpo.