La dieta mediterránea es considerada una de las más saludables que existe dentro de la alimentación convencional, ya que sus platillos habituales representan al cuerpo una serie de beneficios que son buenos para la salud a largo plazo. La presencia de ciertos ingredientes la constituye en gran opción para prevenir diferentes males.
Los países nucleados en torno a este mar tienen en su haber varias características y costumbres en común, además de los alimentos más comunes de esta área. Así es como se puede delimitar a grades rasgos ciertos principios que sostienen a la dieta mediterránea como tal.
Características, beneficios y propiedades de la dieta mediterránea:
Los alimentos que predominan en la dieta mediterránea son el pescado (sobre todo los pescados azules, ricos en ácidos grasos Omega 3) y las carnes blancas en general, vino tinto en las comidas, además de cereales, legumbres, frutas y vegetales de todo tipo, siendo bajo el consumo de carnes rojas y de grasas.
De esta forma, la dieta mediterránea es baja en grasas saturadas, alta en grasas monoinsaturadas (el aceite de oliva es uno de los elementos más comunes), siendo balanceada en ácidos omega, rica en antioxidantes y fibra.
Además, los hábitos por fuera de la alimentación dentro de un entorno mediterráneo suelen ser también saludables. El clima es benéfico e invita a realizar paseos y disfrutar del aire.
Algunos de los platos tradicionales de la dieta mediterránea:
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