Por qué los alimentos genéticamente modificados deberían ser advertidos en sus etiquetas

El tema de los organismos genéticamente modificados (OGM) actualmente está en el ojo de la tormenta, con el auge de una vida más natural y la conciencia y el miedo que generan estos alimentos. Si bien no está demostrado que tengan consecuencias negativas, entre ellas el cáncer, tampoco se sabe a ciencia cierta ya que esos efectos, dicen, podrían verse recién en algunos años. Sin embargo, poblaciones cercanas a plantaciones de OGM y que son fumigadas con potentes pesticidas. han sufrido deformaciones y otros problemas de salud.

Algunas personas todavía son escépticas sobre los efectos negativos, por lo tanto una forma funcional de permitir que todos estén informados sería etiquetarlos con una advertencia. Aunque, ¿Alguna compañía querría decir esto tan directamente a sus consumidores?, ¿Esta advertencia podría hacer que las personas que no actualmente no les importa tomar un poco más de conciencia y rechazar los OGM?

El estado de California en los Estados Unidos fue pionero en este intento de etiquetado en el 2012, sin embargo las compañías y los organismos que las representan respondieron que eso significaría un costo extra de 500 dólares, que se verían reflejados en el bolsillo de los consumidores. Todos saben que las compañías cambian sus etiquetas todo el tiempo y muchas veces con mentiras como "100% natural" para atraer más consumidores.

La empresa Big Food es quien encabeza esta negativa de etiquetado, pero esto no ha hecho más que aumentar lo polémica entorno a los alimentos genéticamente modificados. Este etiquetado podría disminuir sus ventas y hacerle perder dinero a grandes cadenas como Starbucks, Mc Donalds y marcas como Coca-Cola, PepsiCo, General Mills y Krat Foods, presentes en todo el mundo.

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Por qué los OGM deben ser etiquetados

1. Los científicos encontraron que los alimentos de Monsanto no demostraron ser lo suficientemente sanos o adecuados para su comercialización.
2. La Convención sobre la Diversidad Biológica reconoce que la ingeniería genética es una amenaza para el planeta, ya que atenta contra la cantidad de vida y su diversidad. Sumado a la intención de patentar las semillas.
3. La leche y los lácteos de vacas inyectadas con hormonas genéticas para su crecimiento son completamente diferentes a los productos orgánicos. Esto se aplica también a los alimentos vegetales.
4. Estudios realizados en hámsters demostraron que la tercera generación de animales alimentados con soja genéticamente modificada sufrió una alta tasa de mortalidad, crecimiento más lento y algunas mutaciones como tener cada vez más piel en la boca, además muchos de ellos no pudieron tener más crías.
5. Realmente los alimentos transgénicos no han sido probados para determinar si son o no seguros para el consumo humano (y animal).
6. En los Estados Unidos hay más de 70 propuestas de etiquetado de OGM, que se hicieron en más de 30 estados y según encuestas más del 90% de la población estadounidense quiere que se aprueben estas leyes. Pero parece que las empresas alimenticias no quieren lo mejor para el consumidor, sino lo que les de más dinero y el cambio no será pronto.