Los límites del crecimiento debes ponerlos tú. De eso debes estar totalmente seguro. Nada ni nadie deben imponerse entre tus deseos y la consecución de los mismos. El crecimiento está en tus manos. Aunque deberás luchar y cambiar para poder lograrlo.
Muchas personas creen que la vida cambia cuando cambia el lugar donde viven, el trabajo, los socios o hasta los amigos. Craso error. La vida cambia cuando uno cambia, cuando uno se decide a poder lograr lo que realmente quiere para su propio beneficio.
No hay que temer. Obviamente, irán surgiendo muchas dificultades en el camino. Pero debes ser tú mismo el que se imponga ese crecimiento y esa capacidad de revertir las malas situaciones. No esperes que otro lo haga por tí. Todo empieza por tu propia persona.
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