3 consejos para que el miedo al fracaso no te paralice

El miedo al fracaso, es el gran miedo por excelencia, en general en la vida, y sobre todo en los negocios. Se le suele tener un miedo exagerado a que las cosas te salgan mal. Pero, mejor dicho, las cosas no salen mal ni bien, simplemente salen o no salen como tu lo esperas.

¿Y qué es el fracaso después de todo? Para cada persona tiene un significado diferente, lo cierto es que no existe el fracaso, tan sólo los resultados. Y para llegar al éxito, debes estar dispuesto a ?fracasar?, o sea a tener resultados no deseados en sucesivas veces. El verdadero fracaso está en el abandono. Y cuando dejas de intentarlo por miedo al fracaso, estás fracasando de antemano sin darte la oportunidad.

Ten presente esta frase de la película "El Exótico Hotel Marigold": "Al final todo va a acabar bien, y si no acaba bien es que aún no es el final?. Así que te invito a quedarte a ver la película de tu éxito, hasta que acabe."

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Controla la imaginación negativa

Ese miedo al fracaso que te detiene no es real, y te explico por qué. En el remotísimo caso de que se diera la peor circunstancia posible, lo cierto es que es mucho peor como lo imaginas que en la realidad. A esto hay que añadirle que pase lo que pase, siempre puedes volver a intentarlo.

Lo que verdaderamente te hace sufrir es lo que piensas acerca de los acontecimientos. Me imagino que habrás vivido alguna situación que te hizo sufrir mucho, pero lo pasaste peor en el momento del impacto al recibir la noticia (por lo que pensabas acerca de ello). Luego seguramente la situación real fue mucho más llevadera, e incluso pudo ser la semilla de algo mejor que vino después.

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No esperes para actuar, comienza de inmediato

Este es uno de los mejores consejos que recibí de mi mentora, la implementación inmediata. No esperar a saberlo todo, a tener la situación totalmente controlada, a las circunstancias perfectas, todo esto es imposible, y mientras esperas, no aprendes, no obtienes resultados y pierdes oportunidades.

Seguramente te han enseñado a que si no están las cosas bien hechas mejor no hacerlas. Y yo te digo que más vale hacerlas mal, que no hacerlas.

No se trata de hacerlas mal por hacerlas mal, hazlas lo mejor que puedas. Pero ya sin esperar más, con las circunstancias actuales y con tus posibilidades. Si no lo haces así, entrarás fácilmente en un círculo de procrastinación, en el que nunca harás nada, por lo que nunca lograrás nada.

Cuanto más te demores, más difíciles se pondrán las cosas. No esperes a que llegue ese momento perfecto, porque tal vez nunca llegue, pero lo que sí es bastante probable, es que por no hacerlo ahora, estés dejando pasar el mejor momento posible. Otra consecuencia positiva de la implementación inmediata, es que te permite ser consciente de tus grandes capacidades, porque las tienes aunque no te lo creas.

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Desapégate de los resultados

Que tu felicidad no dependa del resultado final. Pase lo que pase, estarás bien. Si pones tu felicidad y bienestar en manos de los resultados, te vas a crear estrés y ansiedad, lo que va a influir negativamente en que consigas lo que quieres. Y eso sin mencionar lo que va a suponer para tu salud.

Mi consejo es que procures buscar un camino hacia tus metas que te haga feliz en sí mismo. Por eso es tan importante que a lo que te dediques sea tu pasión, porque así podrás mantener la persistencia y además disfrutarás por el mero hecho de hacer tu trabajo aunque los resultados no sean todo lo positivos que esperas o tarden en llegar.

Aplica estos tips en tus proyectos y consigue que el miedo al fracaso no vuelva a detenerte.