En el libro "El hombre en busca de sentido", Viktor Frankl expresa cómo el hecho de averiguar el sentido de nuestra vida nos coloca en una posición de capacidad superior para soportar y superar las dificultades de este camino, aún cuando a veces sea muy doloroso.
Encontrar ese sentido es realmente una clave importante, aunque para encontrar algo necesita existir primero, ser creado. Por tanto, en algún momento has creado el sentido de tu vida aunque quizá duerme en un lugar de tu corazón que apenas transitas. Tu inconsciente sabe, ahora puedes decidir tener el valor y el compromiso para averiguar cuál es ese combustible que hará rodar tu motor pese a extremas circunstancias.
Hoy, mi vida tiene sentido cuando observo a mi hijo y empiezo a encontrar en él el hombre que será. Yo quiero estar allí para disfrutar ese momento. También me da sentido la vida que he elegido. Cuando encuentro frente a mí la sonrisa y el agradecimiento porque he estado ahí mientras luchaban con sus demonios y después para salir triunfantes. Mi propia paz es la que me da las mayores satisfacciones. Y para llegar aquí yo me comprometí hace muchos años con algo muy importante, en realidad con alguien, me comprometí conmigo misma, me comprometí a buscar la puerta de salida de un laberinto interior. Tan alto fue mi compromiso que mis actividades, además de esa búsqueda, se limitaban a lo básico: trabajar, dormir y comer. Recuerdo esa etapa como un renacer. Así fue, cree una nueva forma de enfocar la vida.
Yo me comprometí con ello, ¿y tú a qué estás dispuesto/a por darle sentido a tu vida?
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