El gin tonic se ha convertido con el tiempo en un auténtico clásico dentro de los tragos y cocteles. Es que la aparentemente sencilla combinación de gin, tónica y limón siempre da buenos resultados. ¿Siempre da buenos resultados? Obviamente, depende de cómo se prepare. Así es como nos disponemos a darte algunos tips para hacer un gin tonic perfecto.
- Escoge una buena marca de gin o ginebra. Esto será fundamental, ya que los buenos destilados tienen mejores aromas, sabores e, inevitablemente, caen mejor. Como punto de partida se puede pensar en marcas como Hendricks, Plymouth, Tanqueray o Beefeater.
- No le eches zumo de limón. Si bien el limón es una de las partes esenciales del trago, el zumo propiamente dicho "mata" las burbujas. Por ende, lo más recomendable es tomar trozos de la piel del mismo y frotar con sus aceites esenciales el borde del vaso y también el interior, dejándolo dentro y añadiendo una rebanada posterior para decorar y saborizar el gin tonic.
- Usa una buena tónica. Si bien emplear jarabe de quinina sería lo ideal, existen algunas tónicas como Fever Tree o la clásica Schweppes que jamás defraudan.
- Emplea un vaso más bien no demasiado alto y de vidrio no muy grueso. De esta forma, el trago se enfría más fácilmente. No olvides que lleva una buena cantidad de hielo.
- Si bien la cantidad de gin que se coloca en el vaso depende del gusto del comensal, los entendidos en la materia dicen que la cantidad justa es la que tarda tres segundos en caer desde la botella. También se recomienda echarlo desde cierta distancia, ya que permite que el gin se oxigene mejor y suelte sus aromas.
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