Con el objetivo de garantizar un mejor funcionamiento de la cocina embudo, es necesario evitar ensuciar o dejar huellas en la parte interior del embudo. En la medida de lo posible, esa cara interior debe mantenerse limpia y brillante, limpiándola con una toalla húmeda.
Si en algún momento el embudo se abre, es posible recomponerlo atando una cuerda o cordón entre los lados que deben ser encerrados nuevamente. En caso de utilizar la cocina por períodos de larga duración, es conveniente fijar el embudo al suelo (por ejemplo clavándolo mediante un agujero en la tierra), para protegerlo así de las oscilaciones del viento. Por supuesto, el mismo no debe exponerse a la lluvia.
El tarro o bote de cocción puede colgarse también cerca del fondo del embudo con hilo de pescar o similar, en vez de poner un bloque de madera debajo. En ese caso, se coloca una bolsa de plástico repleta de aire envolviendo el tarro, para mantener el aire caliente.
Mediante esta variante, ideal para utilizar en los meses de invierno, la luz solar actúa sobre todas las partes del tarro o bote, provocando que el mismo se caliente antes. Esto repercutirá positivamente en el tiempo de cocción de los alimentos.
Seguridad
Algo muy importante es tener en cuenta que el tarro se calienta mucho durante el proceso, para permitir la cocción de la comida. Por eso, resulta básico dejar enfriar el bote antes de abrirlo y tomarlo únicamente con guantes o tenazas.
Para protegerse de los rayos del sol, es necesario llevar siempre gafas protectoras. Con relación a la bolsa de plástico que se utiliza en la cocina, hay que mantenerla siempre alejada de los niños y de la nariz o la boca para evitar la posibilidad de asfixia.
1 Comentario en "Cocina solar parabólica: uso seguro y mantenimiento"
quiero saber el uso de la cocina solar