El vitiligo es una enfermedad crónica de la piel que produce cambios de pigmentación. Si sufres de este trastorno, sabrás que estas manchas aparecen en cualquier parte del cuerpo y pueden ir variando con los años. Según la medicina occidental no existe cura para este problema, que si bien no causa dolores ni molestias, sí te puede causar incomodidad en tu vida cotidiana por una cuestión estética.
El tratamiento que suelen proponer los médicos constan de inmunodepresores, esteroides y otros tipos de fármacos. Sin embargo la genética, el estrés, el estilo de vida, la alimentación y otras causas tienen mucha más importancia de lo que parece.
Modificar tu alimentación puede significar un gran cambio en cómo te afecta el vitiligo. Hay muchos alimentos que tienen algo de influencia en factores que empeoran el vitiligo, como los azúcares, lácteos, los aceites y las harinas blancas OGM (genéticamente modificadas, refinadas y procesadas).
Por qué no debes comer alimentos procesados
Hoy, en particular, conocerás un poco más sobre por qué debes reemplazar las harinas blancas OGM por las integrales y orgánicas.
Generalmente, cualquier tipo de panificado, ya sean panecillos, panes, pasteles, pizzas, bizcochos, pastas, postres, etc., están hechos con harinas blancas OGM, a menos que lo hagas tú mismo con harina integral o lo compras en una tienda que trabajan con este tipo de harinas.
El trigo, en tanto está procesado, no tiene ninguna clase de nutriente. Esto se debe a que se elimina el salvado, que tiene todo lo nutritivo durante este procedimiento, además de que se agregan vitaminas sintéticas.
Eliminar la harina blanca y suplantarla por opciones integrales pueden ser el comienzo de una mejora en tu salud, no sólo contra el vitiligo, sino en general. Las harinas y todos los alimentos procesados son una de las mayores causas de muchos males de salud, aunque generalmente son ignorados por los médicos.
Lo mejor es evitarlos completamente e incorporar alimentos más naturales y nutritivos, entre ellos las harinas integrales para poder revertir, no empeorar y además evitarla en caso de que no la tengas. El vitiligo se combate poco a poco con decisiones sabias y saludables. Y dejar de lados los procesados, como las harinas blancas, es una de las mejores formas de hacerlo.
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