¿Es perjudicial la ingesta de cafeína durante el embarazo?, ésta es la gran incógnita que desata ríos y ríos de tinta sobre sus posibles efectos sobre las embarazadas. Desde 1980 se han puesto en tela de juicio más de 20 estudios y se ha llegado a la conclusión que no existen evidencias que prueben que el consumo de niveles moderados de cafeína puede tener un efecto adverso discernible en los embarazos.
Otro estudio realizado en 2002, con el título: "El efecto de la exposición a la cafeína durante el embarazo en el peso de nacimiento y edad "gestacional", que se publicó en American Journal of Epidemiology, llegó a la conclusión de que no existía ninguna relación entre el consumo moderado de cafeína y el peso bajo al nacer del beber, su edad gestacional o el crecimiento del feto.
Ahora bien, hablamos de consumos moderados ya que consumir en exceso determinadas cantidades de cafeína podría tener efectos perniciosos para la salud del bebé, como demuestran otros tantos estudios sobre mujeres embarazadas. Según sus datos, se asocia la ingesta desmesurada de cafeína con abortos espontáneos, sobre todo durante el primer trimestre de la gestación, especialmente en aquellas embarazadas con clínica de náuseas, importante. Sea como fuere, la mayoría de los expertos aseveran que el riesgo está en consonancia con la cantidad ingerida.
Según los expertos, el riesgo para la embarazada se produce cuando realiza una ingesta superior a 350 miligramos diarios y aumenta considerablemente, según se incrementen estas medidas. Así, las organizaciones de profesionales de la salud, como es el Colegio de Ginecólogos de los Estados Unidos, recomiendan a las mujeres embarazadas que limiten el consumo de cafeína al equivalente de 1 o 2 tazas de café, al día.
Al parecer, el café, té o las bebidas que contienen estas sustancias podrían ser utilizados por muchas embarazadas como remedio para acabar con las náuseas. Por ello, un consumo desmedido para erradicar un problema podría provocar justo lo contrario, generar otro mayor. Así, una de las recomendaciones de los especialistas es recurrir a las bebidas sin cafeína o descafeinadas, especialmente durante el primer trimestre de embarazo, época de mayor riesgo de abortos.
Así, una infusión de té (180 gr) aportaría unos 36 mgs; el té instantáneo (1 cucharadita), entre 25-35 mgs. Un refresco de cola aportaría entre 30 y 56 mgs; si optamos por un refresco de cola diet estaríamos ingiriendo unos 38 a 45 mgs. Además de lo mencionado, las embarazadas pueden optar por ingerir aguas minerales, zumos naturales, té sin cafeína, aguas carbonatadas o tónicas, cerveza sin alcohol o incluso el muy apreciado, Begelow-tea (té de frutas) o recurrir a los saludables cafés descafeinados.
La embarazada debe recordar que el té y café descafeinados contienen 2 miligramos de cafeína por cada taza de 180 centímetros cúbicos (un gran tazón).
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