La forma como organizamos y vivimos nuestra vida tiene un gran impacto en el funcionamiento de nuestro cuerpo, según las enseñanzas de la técnica ancestral Ayurveda de procedencia hindú, o ciencia de la vida.
Que nuestro cuerpo rinda más o menos depende de ciertos factores o ritmos biológicos (biorritmos) que según nos enseña la técnica Ayurveda, están predeterminados y en sincronía con los llamados "ritmos circadianos" de la propia Naturaleza.
Los ritmos de nuestro cuerpo están ligados al movimiento de nuestro planeta que gira alrededor del Sol y además lo hace sobre su propio eje. Igualmente, recibe influencia del movimiento de la Luna y de otros planetas con relación a su posición con la Tierra.
Nuestro organismo sigue esos ritmos durante las 24 horas del día. Así, cada ritmo individual controla el tiempo de un área de las funciones de nuestro cuerpo, tales como el ritmo cardíaco, la presión arterial, la temperatura del cuerpo, los niveles hormonales, los jugos gástricos, etc. Así, todos los ritmos están bien coordinados entre sí y son controlados por el "marcapasos" cerebral, conocido como núcleo supraquiasmático. De esta forma, si un ritmo se interrumpe los demás también se desequilibran, provocando diversos estadios que conocemos como estrés, nerviosismo, ansiedad, depresión, etc. La mayoría de estos síntomas están relacionados con nuestros biorritmos o ritmos biológicos.
El Ayurveda, ciencia de la vida, declaró hace miles de años que la salud física y emocional se mantiene siguiendo unas pautas habituales que no hemos de dejar de realizar, como son: respetar unos horarios naturales propios de nuestro organismo como es levantarse a las mismas horas por la mañana, alimentarse regularmente todos los días a las mismas horas igual que descansar por la noche con la misma cadencia y con respeto a la hora habitual.
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