Acuario y la salud: descubre de qué enfermedades y debilidades debes cuidarte

Si eres acuariano, debes prestar mucha atención a tu alimentación, ya que es allí en donde puedes potenciar o mejorar, las afecciones naturales de tu signo.

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Alimentación saludable para Acuario

• Es primordial que lleves una buena hidratación. Para ello debes evitar y preferentemente suprimir todas las bebidas artificiales, alcohólicas o energizantes.

  Consume como mínimo 2 litros de agua por día, y si lo ideal es que sea un poco más. También puedes optar por jugos exprimidos. Esto beneficiará la eliminación de las toxinas acumuladas en tu cuerpo.

• Disminuye el consumo de sal y de alimentos procesados con mucho sodio. El exceso de sal es uno de los factores principales de la mala circulación y la retención de líquidos. Puedes optar por poner poca sal a tus comidas y realzar los sabores con condimentos (orégano, pimienta, pimentón, comino, curry)
• Realiza actividad física. Desde caminata, algún deporte, practicar yoga o clases de baile, cualquier actividad física es ideal para estimular la circulación sanguínea. Si no estás acostumbrado al movimiento, o llevas una vida muy sedentaria, debes empezar de a poco.
• Evita las carnes rojas. Opta por carnes blancas como pollo o pescado, siempre con poca grasa. Prioriza el consumo de frutas frescas y hortalizas (manzanas, bananas, peras, tomates, verduras de hoja verde, zanahoria, papa y zapallo).
• Consume legumbres, como lentejas, porotos y garbanzos. Como nativo de Acuario también tienes la tendencia de sufrir anemias leves, que se pueden intensificar si tu alimentación no contiene alimentos ricos en hierro.

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Otros puntos débiles de Acuario

Los huesos también son otro punto débil en tu cuerpo. Si trabajas con el cuerpo, o realizas deportes que puedan poner en riesgo tus huesos, debes tomar todas las precauciones necesarias para no sufrir quebraduras, luxaciones o esguinces.

Aquí también la alimentación juega un papel preponderante. Debes aumentar el consumo de alimentos ricos en calcio (preferiblemente de origen vegetal) como las semillas de sésamo, las nueces, avellanas, almendras y las verduras de hoja verde.

Contrariamente a la creencia popular, los lácteos (leche y queso de vaca) descalcifican los huesos, dejando vulnerable todo el sistema óseo.