Propiedades cosméticas de ciertos alimentos

Existe una gran variedad de alimentos y productos que destacan por sus propiedades cosméticas, entendiendo esto, como "embellecedoras" de nuestra apariencia exterior.

Numerosos estudios ponen de manifiesto que ciertos alimentos o determinados productos, contienen sustancias que pueden beneficiar a nuestro organismo o cuyas propiedades se pueden calificar de saludables, sobre todo si sabemos ingerirlos de forma adecuada y proporcionada a nuestras propias necesidades y, siempre, teniendo en cuenta que hablamos de consumos moderados.

Así, productos como el té, la leche, la miel, el caviar, el cacao, el aceite de oliva, las uvas, el alga verde, la avena, el ginseng, el regaliz, las espinacas, las lentejas o la soja tienen propiedades intrínsecas en su composición que aportan su granito de arena en nuestra lucha diaria contra el envejecimiento y la oxidación de los tejidos.

Algunos especialistas llegan incluso más lejos, señalando que el cacao no sólo no engorda sino que podría ayudar en dietas de adelgazamiento, si sabemos como utilizarlo en nuestro propio beneficio. Lo cierto es que el chocolate contiene polifenoles (que nos hacen sentirnos bien) y otros elementos capaces de facilitar el proceso de lipólisis que potencia la eliminación de las grasas, de forma natural; pero es que, además contiene vitaminas A, B, C, D, E, K que son muy importantes para garantizar no sólo nuestro bienestar actual sino futuro, y todo porque se convierte en un auténtico aliado en la lucha contra el inexorable paso del tiempo, por sus propiedades antioxidantes.

Otro producto muy popular y, últimamente muy encarecido, es la leche, cuyos hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y calcio, nos proporcionan un complemento muy saludable a nuestras necesidades diarias de vitalidad, fuerza y energía. Tanto es así, que en las cuestiones cosméticas suele emplearse para tersar la piel dejándola flexible, ya que el suero lácteo que contiene, estimula de forma natural la producción de colágeno. Grandes firmas cosméticas utilizan este producto para el cuidado e hidratación de la piel del rostro. Al igual que ocurre con el aceite de oliva, líder indiscutible de nuestra dieta cuyos ácidos grasos esenciales ayudan a restaurar los niveles naturales de humedad de la piel y cuyas vitaminas (A, D, K) pueden ayudarnos a hidratarla de forma importante. En cuanto a la soja, comentar que desde hace miles de años, forma parte del dietario de Oriente y ahora en Occidente, la industria cosmética comienza también a utilizarla con fines cosméticos como regenerador de la piel.