El maíz era el alimento básico en la dieta de los incas, mayas y aztecas, el cual se cree fue introducido en Europa en el siglo XVI. De su germen se extrae su aceite, el cual aporta propiedades nutricionales y propiedades terapéuticas.
La composición química del aceite de maíz tiene su importancia en la distribución de ácidos grasos.
Este posee por cada 100 gr:
- 58.7% ácido linoleico.
- 24.2% ácido oleico.
- 12.7% de ácidos grasos saturados.
El aceite de maíz es uno de los aceites vegetales con mayor proporción de grasas poliinsaturadas, sólo lo supera el aceite de nuez.
¿Qué propiedades nutricionales y terapéuticas tiene el aceite de maíz?
- Anticolesterol. Por su contenido en ácidos grasos, el aceite de maíz sin modificar por cocción tiene la propiedad de reducir el colesterol LDL o colesterol malo, ya que ayuda a transportar parte del colesterol malo de la sangre al hígado para su eliminación.
- Cuida el corazón. Gracias a las grasas que contiene, protege no sólo el funcionamiento del corazón, sino que mantiene las arterias limpias de grasas que la pueden taponar y provocar mala circulación de la sangre.
- Antioxidante. Su contenido en vitamina E, lo convierte en un alimento antioxidante que evita la acción de radicales libres. De este modo reduce la probabilidad de padecer ateroesclerosis y frena el proceso de envejecimiento celular.
- Hidratante natural. Se puede utilizar en forma tópica para hidratar la piel y el cabello.
El aceite de maíz es uno de los más populares y para obtener todos estos beneficios es importante consumirlo en forma cruda sin someterlo al calor. La mejor forma de usarlo es condimentando ensaladas, salsas o purés.
Si quieres o necesitas cocinar con aceite, utiliza aceite en spray o asegúrate que el mismo no se queme, ya que este cuando se quema se produce una sustancia conocida como acroleína, que es tóxica para el organismo.
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