En efecto, por simple cálculo matemático, el incremento lento y sostenido de grasa corporal y disminución de la actividad física durante años, es muy difícil eliminarlo en apenas días o semanas. Por caso, para perder solamente 1 kilogramo de grasa corporal, es necesario quemar 7000 kilocalorías.
Si tu dieta diaria es de 2500 kilocalorías, debes de algún modo apuntar a reducir esa cifra entre un 10 a 15%; el cuerpo, como sistema inteligente que es, intentará cubrir este déficit utilizando las grasas acumuladas a modo de reserva. En el otro extremo de la ecuación, puedes perder peso graso incrementando tu gasto calórico. Si utilizas las 2500 kilocalorías al día, tu peso no sufrirá modificaciones porque se encuentra en balance calórico.
Pero si sólo gastas 2000 kilocalorías al día, es probable que en una semana hayas incrementado tu peso en tejido adiposo en medio kilogramo. La sola decisión de incrementar tu gasto calórico mediante ejercicio físico, en solo 250 kilocalorías diarias, acompañado de una reducción en el aporte calórico de la dieta del orden del 10%, es suficiente para que puedas eliminar 500 gramos semanales de peso graso, con mínimos cambios en tus hábitos alimenticios.
Por supuesto que, si piensas bajar 5 kilogramos de peso en sólo una semana para acudir a la boda de una amiga, esta información no es para ti, sin embargo debes saber que esa forma de intentar perder peso es perjudicial para tu salud y los verdaderos objetivos que deseas alcanzar.
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