Las estrías son un problema estético, muy común en todas las mujeres y que puede presentarse a cualquier edad.
La adolescencia y el embarazo son etapas más sensibles en su aparición, sobre todo si a la piel le falta hidratación, por que suele perder su elasticidad.
Prevenir las estrías es muy complicado porque hacen su aparición sin avisar. En origen, la piel sufre de comezón y se forman unas líneas rojas muy finas que son los vasos sanguíneos que quedan tapados por la malla del tejido dañado, debido al daño que sufre la piel cuando se estira. En una segunda fase se alargan y en este punto se muestran con la superficie hundida y con la epidermis ligeramente plisada en forma de pequeños surcos. Con el tiempo se van aclarando y van tomando un tono más blanco, pierden el vello y es difícil broncear el área afectada.
Según los expertos, las estrías son cicatrices lineales causadas por lesiones cutáneas, debido a la ruptura de las fibras de la dermis que suelen aparecen en las zonas del vientre, senos, muslos y brazos. A pesar de su difícil prevención, una manera de evitarlas es seguir con tesón una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico moderado, evitando aumentos desproporcionados de peso y adelgazamientos rápidos que faciliten su aparición.
Durante el embarazo es conveniente mantener la piel suficientemente hidratada ya que, como se ha comentado, las fibras elásticas de la piel se estiran para acoger al bebé, mostrándose a partir del cuarto o quinto mes, en las zonas del vientre y senos. De ahí la importancia de mantener una dieta saludable y evitar los cambios bruscos de peso que puedan descontrolar los niveles de vitaminas, minerales y proteínas del organismo que faciliten la aparición de celulitis y, por ende, de estrías.
Eliminarlas es muy complicado pero existen productos cosméticos que minimizan su impacto visual, ayudan a hidratar la piel y a mantenerla flexible. Se suelen aplicar diariamente de 2 a 3 veces.
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