Mascarilla de naranja y bicarbonato de sodio para el acné

Si bien el acné es un problema bastante asociado con la pubertad y la adolescencia, también es cierto que puede trascender dicha edad y convertirse en un inconveniente estético que vaya más allá de esta época. Por suerte, siempre hay trucos caseros de belleza que aplicar. Las mascarillas, sencillas y con pocos ingredientes, pueden llegar a resultar muy bien. Tal es el caso de esta mezcla de bicarbonato de sodio y zumo de naranja. Fácil, con elementos económicos y que tienes al alcance de tu mano. No deberías dejar de probarla.

Ingredientes:

• Una cucharada de zumo de naranja
• Una cucharada de bicarbonato de sodio

Preparación y aplicación:

Coloca la cucharada de zumo de naranja (natural debe ser, no artificial) en un recipiente, añadiendo posteriormente el bicarbonato de sodio. Mezcla bien la preparación hasta que los ingredientes se integren entre sí. Debe quedarte una pasta, nunca demasiado líquida y tampoco demasiado espesa, sino mas bien cremosa, que cuando la vayas a aplicar no se te vuelva una misión imposible hacerlo.

Bueno, este será el momento, justamente, de aplicar esta mascarilla casera. Aplica sobre la zona que tengas afectada por el acné, primero uniformemente, luego masajeando en forma circular para realizar el consabido efecto exfoliante. La rugosidad del bicarbonato actuará de maravillas, sumado a la astringencia del cítrico. Puede ir perfecto, tanto para reducir la grasitud de la piel, como para generar un efecto antiséptico.

Deja actuar la mascarilla durante unos 15 minutos, aproximadamente. Acto seguido, retira con agua bien fría. Repite esta aplicación un par de veces a la semana y verás cómo los granos comienzan a ceder poco a poco.

No olvides que para evitar tener problemas de acné es fundamental cuidar tu hígado. También, llegado el caso, puedes probar con más mascarillas. Como esta de tomate, por ejemplo, que suele funcionar bien.