De origen japonés, esta técnica terapéutica de masaje utiliza una serie de puntos estratégicos del cuerpo humano para, a través de la presión, estiramiento y apalancamiento sobre ellos, conseguir una mejor circulación energética.
El término "shiatsu" significa, en japonés, "acupresión" o "presión digital", en clara referencia a las técnicas de presión que este sistema de masaje terapéutico utiliza mediante presión con los dedos. Aunque también se usan las manos e incluso los codos, es el masaje con los pulgares con el que más gráficamente se identifica al Shiatsu.
Existen diversas variantes de Shiatsu, aunque es la más tradicional, surgida de las enseñanzas de Tokujiro Namikoshi, fundador de la universidad nipona, la que cuenta con mayor número de adeptos y, en todo caso, las demás variantes han surgido posteriormente de algunos de sus acólitos.
Las bases filosóficas del Shiatsu como ocurre en casi todas las técnicas terapéuticas orientales- las encontramos en el "ki" o equilibrio energético, principio sobre el que actúa restableciendo físicamente la estructura muscular y ósea del cuerpo y la "estructura" o "armonía" energética en el plano energético entendido éste desde el punto de vista holístico-.
Nos hallamos ante una de las pocas técnicas de medicina alternativa que gozan de cierto prestigio reconocimiento entre la comunidad científica y de medicina ortodoxa. El Shiatsu, de hecho, fue reconocido por las autoridades sanitarias japonesas como terapia en 1964.
La aplicación del Shiatsu, además de la inevitable vertiente relajante, opera beneficios evidentes en problemas de índole muscular, por lo que resulta muy indicado en terapia de recuperación de apoyo en medicina deportiva, aunque también se le atribuyen propiedades beneficiosas para algunas dolencias estomacales y nerviosas, así como algunas dolencias concretas como el asma o el dolor menstrual.
No hay comentarios