Tipos de té ideales para cada ocasión

El mundo del té es francamente maravilloso, sobre todo por su variedad. Algunas personas creen que el té se divide por esos "colores" que le endilgan o simplemente conoce uno o dos tipos de té; para otros, aquellos a los cuales el secreto se les "reveló", el té es un universo mágico de variedades, estilos, matices, aromas y sentidos. Y tu tranquilamente puedes formar parte de esto sin problema alguno.

Sólo tienes que abrir el abanico, atreverte a probar otras cosas y tratar de ir descubriendo los sabores y aromas que van con tu personalidad y tus gustos. Así es como podrás combinar el té adecuado para cada momento. Obvio, siempre desde tu perspectiva, porque para gustos, los colores. Mientras tanto, puedes disfrutar de las recomendaciones de qué tés pueden ir con determinadas situaciones. ¿Te animas a combinarlas?

Aquí tienes algunas recomendaciones para usar determinados té en cada momento.

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Tés para cuando necesitas concentración

Para estos momentos, nada mejor que algo bien cargado, con una dosis extra en la preparación y también con bastante cafeína. Por ende, tiene que venir del lado de un té negro. Un english breakfast, un darjeeling fuerte o un clásico blend earl grey, pueden llegar a ir bien en estos momentos en donde necesitas un plus en tu bebida.

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Tés para cuando disfrutas un momento placentero

Te distiendes un momento y pones ese disco que hace rato tenías ganas de escuchar. Te tiras en el sofá a ver una película que te tiene a la expectativa o simplemente retomas ese libro que tenías pendiente. ¿Me van a decir que no es un momento propicio para una buena taza de té? En este caso, algo que complete ese momento sensorial sería lo adecuado, algo que haga bien a la vista, al olfato y a las papilas gustativas. Para esto, nada mejor que un té con jazmín. Puede ser simplemente de la flor, o bien combinado con té verde. Combinación efectiva si las hay.

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Tés para charlar con amigos

Una buena charla entre amigos o amigas siempre va de la mano de un buen té. Lo ideal es algo que sea rico, apetecible, pero que tampoco te distraiga de la conversación, algo que se pueda beber con relativa facilidad. En este caso, si a la concurrencia no le gustase un té demasiado agresivo, siempre habrá un oolong o un té blanco. Estos son delicados, pero también tienen su personalidad.

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Tés para ir a dormir o estar un poco tranquilo

Si necesitas relajarte un poco porque has tenido un día fatal, sigue este consejo. Pon a calentar el agua y prepárate una mezcla de tila, manzanilla y cedrón. Si quieres, añade un poco de miel o endulza con azúcar de caña orgánico. Prende un sahumerio, siéntate, respira profundo, disfruta de la infusión y cierra los ojos, mientras tu cuerpo poco a poco va sintiendo esa laxitud que tanto precisaba en dicho instante.

Tés para después de una buena cena

Aquí, las hierbas parecen llevarse las de ganar. Una buena combinación para después de comer podría ser té verde, hierba limón y menta; un trío tremendamente refrescante y que le va a sentar de maravillas a tu estómago. Si el tema va más por el lado del disfrute y de lo sensorial, nada mejor que un té ahumado al estilo lapsang souchong, con sus notas de madera.

¿Qué combinación te ha gustado más? ¿Cuál te gustaría sugerir? Seguro que usas un té para determinado momento. O, al menos, tienes ocasiones de tu vida en donde siempre tienes a mano un poco de té. ¡Cuéntanos cuáles son!