La biografía de Santa Clara de Asís es, probablemente, una de las más peculiares y admiradas. Fue la fundadora de las Clarisas, la primera orden de religiosas franciscanas en Italia, durante el siglo XIII.
Clara nació en Asís, Italia, al igual que San Francisco, en una familia de gran linaje y dinero. Creció como una gran devota de su compatriota contemporáneo, lo que la llevó a tomar los hábitos a pesar de la oposición de su familia, pero con el apoyo de Francisco.
Milagros de Santa Clara de Asís
La historia de Santa Clara de Asís da cuenta de su fuerte labor por promulgar una vida sencilla y humilde. Vivió una vida muy austera, incluso siendo duperiora del convento de San Damián, a través del cual realizó múltiples obras de caridad. Por su obra en vida y por sus milagros, fue canonizada tan solo dos años después de su muerte, en 1255. Su día se celebra cada 11 de agosto.
Los milagros de Santa Clara de Asís son numerosos, aquí puedes conocer a los más importantes.
- Protegió a su convento de los sarracenos.
En 1241, su convento estaba a punto de ser atacado por los sarracenos. Fue entonces cuando Santa Clara de Asís tomó la eucaristía con la hostia consagrada y comenzó a implorar por la ayuda de Dios, para que protegiera a todas las hermanas del ataque. En ese momento se oyó una voz similar a la de un niño que le dijo que siempre las protegería, que tendrían que pasar por algunas pruebas, pero estarían a salvo. Los sarracenos, aparentemente asustados por el poder de la fe que mostraba Clara de Asís, desistieron del ataque y huyeron del lugar. - Multiplicó el pan para alimentar a las hermanas. Al igual que Cristo, Santa Clara de Asís también produjo un milagro de multiplicación de panes en un momento de mucha escasez en su convento. Solo tenían un pan para cincuenta hermanas, entonces Santa Clara lo bendijo, partió el pan y se multiplicó para poder alimentar a todas. De ese milagro quedó la conocida cita: "Aquel que multiplica el pan en la Eucaristía, el gran misterio de fe, ¿acaso le faltará poder para abastecer de pan a sus esposas pobres?"
Novena a Santa Clara para el amor
Si bien la novena a Santa Clara de Asís no habla explícitamente del amor de pareja, es muy reconocido su poder para traer paz a los matrimonios y orientar hacia la búsqueda de conciliación, humildad y respeto. Es una novena muy bonita, que expresa una devoción verdadera y, por sobre todo, mucha fe.
Si estás teniendo problemas en tu matrimonio, esta poderosa oración a Santa Clara de Asís para recuperar a tu pareja puede traer la luz que necesitan para resolver el conflicto.
Día 1
Seráfica Vírgen, Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcancéis el perdón de mis pecados, para que como Tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su Sangre redentora, derramar mi alma en la suya Divina, y quedar deificado como Tu, al contacto misterioso de sus resplandores Eucarísticos.
Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha partícipe de su naturaleza Divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amén
Salve a ti, dulcísima Vírgen Santa Clara de Asís, Celestial cultivadora de azucenas eucarísticas, simbolizadas en el coro de purísimas vírgenes que tu fundaste para hacer la Corte de Honor al Rey de la Majestad oculto bajo la Divina fragilidad de la Hostia. Por este singular privilegio, te ruego derraméis sobre tus Vírgenes y sobre el mundo entero tu seráfico espíritu para que amando y adorando en espíritu y en verdad, tan augusto sacramento, lleguemos a adorarle contigo en el eterno festín de la gloria, Amén.
¡Acuérdate! ¡Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Vírgen María delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-
Día 2
Seráfica Vírgen, Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcancéis el perdón de mis pecados, para que como Tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su Sangre redentora, derramar mi alma en la suya Divina, y quedar deificado como Tu, al contacto misterioso de sus resplandores Eucarísticos.
Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha partícipe de su naturaleza Divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amén
Seráfica vírgen y Madre mía, Santa Clara de Asís, por los actos de amor, humildad y demás virtudes con que engalanabas tu bella alma para recibir a tu Dios hecho Hostia, alcanzadme la gracia de acercarme siempre llena de celestial pureza a recibir tan Divino manjar, que embellece y fortifica las almas. Amén
¡Acuérdate! ¡Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Vírgen María delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-
Día 3
Seráfica Vírgen, Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcancéis el perdón de mis pecados, para que como Tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su Sangre redentora, derramar mi alma en la suya Divina, y quedar deificado como Tu, al contacto misterioso de sus resplandores Eucarísticos.
Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha partícipe de su naturaleza Divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amén.
¡Madre dulcísima! Santa Clara de asís, Divina, roca de fortaleza indestructible. Por la valentía sobrehumana con que libraste a tus vírgenes de la atrevida invasión de los sarracenos, tomando en tus manos virginales la Santa Custodia, por los esplendores divinos que ella y tu rostro despedían, con los cuales huyeron despavoridos, alcanzame el espíritu de amor y perpetua adoración, para que yo también merezca oir como tu y tus afortunadas hijas aquella consoladora promesa de mi Dios: "Yo seré siempre vuestra Custodia". Amén.
¡Acuérdate! ¡Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Vírgen María delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-
Día 4
Seráfica Vírgen, Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcancéis el perdón de mis pecados, para que como Tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su Sangre redentora, derramar mi alma en la suya Divina, y quedar deificado como Tu, al contacto misterioso de sus resplandores Eucarísticos.
Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha partícipe de su naturaleza Divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amén
¡Misericordiosa Madre Santa Clara! Por tu profunda oracion llena de humildad, con que libraste tu ciudad de las manos de sus enemigos, libra nuestra patria de la guerra y el terrorismo, y nuestras almas de las furias de los enemigos visibles e invisibles. Amén.
¡Acuérdate! ¡Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Vírgen María delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-
Día 5
Seráfica Vírgen, Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcancéis el perdón de mis pecados, para que como Tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su Sangre redentora, derramar mi alma en la suya Divina, y quedar deificado como Tu, al contacto misterioso de sus resplandores Eucarísticos.
Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha partícipe de su naturaleza Divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amén
¡Oh, virgen Clara! Circundada de divinas claridades; por la dulcedumbre que gustabas cuando al comulgar se recreaba el Divino Nino Jesus en tus virginales brazos, obténme el don precioso de la contemplacion que diviniza, anticipandonos la gloria celestial. Amén.
¡Acuérdate! ¡Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Vírgen María delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-
Día 6
Seráfica Vírgen, Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcancéis el perdón de mis pecados, para que como Tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su Sangre redentora, derramar mi alma en la suya Divina, y quedar deificado como Tu, al contacto misterioso de sus resplandores Eucarísticos.
Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha partícipe de su naturaleza Divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amén.
¡Oh, Divina Madre Mía Santa Clara! Atráeme por la suavidad de tus goces eternales y correré animosamente en pos de tus huellas, amándote intensamente y abrazándome con la celestial pobreza, con la pureza angelical, y con la obediencia amorosa, signos de predestinación y santidad. Amén.
¡Acuérdate! ¡Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Vírgen María delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-
Día 7
Seráfica Vírgen, Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcancéis el perdón de mis pecados, para que como Tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su Sangre redentora, derramar mi alma en la suya Divina, y quedar deificado como Tu, al contacto misterioso de sus resplandores Eucarísticos.
Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha partícipe de su naturaleza Divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amén.
Ardentisima amante del corazon de Cristo, en cuyo pielago de amor misericordioso navegaste hasta morir de amor, haz que la barquilla de mi alma, transite tambien por ese mar de fuego, hasta llegar a la plenitud de vida divina que me ha sido trazada eternaménte. Amén.
¡Acuérdate! ¡Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Vírgen María delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-
Día 8
Seráfica Vírgen, Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcancéis el perdón de mis pecados, para que como Tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su Sangre redentora, derramar mi alma en la suya Divina, y quedar deificado como Tu, al contacto misterioso de sus resplandores Eucarísticos.
Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha partícipe de su naturaleza Divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amén.
¡Oh serafica Virgen Clara! En tu alma de querubin residio plena y constantemente el Espiritu Santo; y sus alas de cambiantes y divinos colores batiendose en continuo movimiento, cenian tu candorosa frente despues de acercarte al banquete eucaristico. Por privilegio tan insigne, dispon mi pobrecita alma, para que llegue a estar pronto, bajo el influjo transformador y adorable del Divino Espiritu. Amén.
¡Acuérdate! ¡Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Vírgen María delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-
Día 9
Seráfica Vírgen, Santa Clara de Asís, a tus plantas me llego con el corazón lleno de confianza en tu maternal intercesión, pidiéndote me alcancéis el perdón de mis pecados, para que como Tu, pueda yo nutrirme del cuerpo inmaculado de Cristo, bañarme en su Sangre redentora, derramar mi alma en la suya Divina, y quedar deificado como Tu, al contacto misterioso de sus resplandores Eucarísticos.
Ruega a tu adorable esposo Jesús, se digne inclinar hacia mi alma su mirada misericordiosa, e infundir en ella su amor y su gracia, para que hermoseada y hecha partícipe de su naturaleza Divina, pueda recibir la gracia que humildemente imploro en esta novena. Amén.
Tu alma, candor de azucenas celestiales, ¡oh, Excelsa Virgen Clara! Derramose suave y deliciosamente en el alma Divina de la Celestial Madre de Jesús, la cual te colmó de caricias maternales en el destierro; y acompañada del radiante coro de las vírgenes, bajó a llevarte el eterno descanso. Por gracia tan singular te suplico que al declinar las sombras de mi vida, vengas acompañada de la Celestial Princesa a recoger mi espíritu, para trasportarlo a las dulces playas de la eternidad. Amén
¡Acuérdate! ¡Oh serenísima estrella de mi vida, madre mía Santa Clara! Acuérdate que jamás mortal alguno ha quedado sin consuelo al invocarte. Animado ya con la firme confianza de que tus ruegos son prontamente atendidos, a ti recurro, suplicándote no desoigas mis plegarias. Por la Vírgen María delicia de tu alma, mírame piadosamente y obtenme la gracia que tanto anhelo, si es para gloria del Señor y bien de mi alma. Así sea.-
Otras oraciones a santos para el amor
Si además de rezar la oración a Santa Clara de Asís quieres intensificar tus peticiones con oraciones a otros santos, aquí tienes más opciones de oraciones católicas. Podrás usarlas para pedir armonía dentro de tu pareja o bien para pedir una guía para encontrar el verdadero amor.
- Oración a San Marcos de León: San Marcos no tiene una, sino al menos tres oraciones para atraer el amor o recuperar el ser amado. scoge la que más se relacione con tu deseo y cuéntanos si tienes éxito.
- Oración a San Expedito:otra vez, el tan venerado San Expedito tiene oraciones para ti. El santo de las peticiones urgentes por antonomasia también te ayuda en el amor, para solucionar crisis sentimentales, encontrar pareja o retener a la que ya tienes.
- Oración a Santa Mónica: no basta con tener pareja, el amor siempre pende de un hilo cuando hay riesgo de infidelidad. Afortunadamente, la oración a Santa Mónica te ayudará a evitar que ocurra la traición en tu pareja.
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