Las situaciones que habitualmente se consideran como estresantes varían, obviamente, de acuerdo al impacto que generan en nuestra cotidianeidad. Por eso mismo, generalmente se establecen algunas escalas de estrés de acuerdo al tipo de sucesos que pueden llegar a afectarnos. Estos serían algunos de ellos, ordenados por alto, medio y bajo nivel de estrés que generan.
- La muerte del cónyuge, divorcio, separación, privación de la libertad, muerte de un familiar cercano, enfermedades graves, el hecho de contraer matrimonio, perder el empleo, reconciliar la pareja, jubilarse, el embarazo o la llegada de un nuevo miembro a la familia son algunos de los casos más frecuentes de estrés alto. Como verás, no siempre son malas las situaciones que desencadenan estrés, sino también aquellas que tienen que ver con lo nuevo.
- Los cambios importantes de trabajo (positivos o negativos), de nivel económico, la muerte de amigos o peleas importantes con ellos, el cambio de empleo, las mutaciones importantes en la relación de pareja, pedir préstamos, problemas con la ley o el hecho de que un hijo abandone el hogar por trabajo o estudios están considerados dentro de un nivel medio como situaciones estresantes.
- Aquellas situaciones que se consideran como estresantes pero a un nivel relativamente bajo son el término de un nivel de estudios, cambios en las condiciones de vida, en los hábitos personales, problemas con los jefes en el trabajo, cambiar de residencia y también algunas otras como las navidades o las vacaciones generan un nivel de estrés bajo.
De todos modos, cada persona es un mundo y las condiciones en las que uno se siente en mayor o menor medida afectado por estas cosas varían de acuerdo a quien los padezca. Pero, habitualmente, la escala de estrés se sitúa de dicha manera.
¿Quieres combatir el estrés y no sabes cómo? Pues entonces puedes consultar los siguientes artículos:
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