El síndrome Evans es un trastorno del sistema inmunológico que se dan en contadas ocasiones, generalmente relacionado a otros problemas de salud. Es difícil de detectar, por lo que es importante conocer sus síntomas y estar atento a su progresión. Conoce qué es, cómo se manifiesta y los mejores tratamientos para convivir con él.
Qué es el síndrome de Evans
El síndrome de Evans o Fisher Evans fue descripto por Robert Evans en 1951 como un trastorno inmunológico raro o atípico, poco frecuente que es causado por los anticuerpos contra los antígenos de hematíes, membrana y plaquetas. Su evolución no suele ser favorable, es una enfermedad crónica y con remisiones constantes.
Síntomas
La enfermedad de Evans se diagnostica mediante la exclusión y como generalmente está relacionada a otros trastornos no tiene síntomas específicos, pero suele manifestarse mediante los siguientes.
- Lesiones de color rojo o manifestaciones hemorrágicas en la piel y la boca.
- Equimosis o lesiones subcutáneas, también conocidas como moretones o morados.
- Dolor de cabeza o cefalea.
- Fatiga y cansancio.
- Ictericia o coloración amarillenta en la piel.
- Anemia.
- Neutropenia o número bajo de células neutrófilos.
- Anemia, palidez, aturdimiento.
Causas
Las causas específicas del síndrome Fisher Evans son desconocidas pero al ser un trastorno autoinmune está relacionado al malfuncionamiento del sistema inmune, es decir que produce anticuerpos que atacan a los tejidos sanos erróneamente. El síndrome de Evans no suele darse por sí solo, generalmente viene acompañado de otros problemas como
- Síndrome linfoproliferativo autoinmune.
- Linfocitos atípicos (leucemia linfoide aguda, linfocitopenia, linfoma no Hodgkin)
- Síndrome antifosfolípido.
- Enfermedad de Castleman
Tratamiento
Antes de comenzar con un tratamiento debes consultar con un médico que te hará algunos exámenes de laboratorio como los siguientes: emograma, recuento de reticulocitos, prueba de antoglobulina, prueba de anticuerpos plaquetarios y lúpicos, medición de inmunolobulinas.
Aunque no existe una cura para tratar el síndrome de Evans Fisher, sí hay diferentes tratamientos que dependerán de la gravedad, trastornos relacionados, síntomas y la respuesta del paciente. Es posible que tu médico deba probar diferentes tipos de alternativas hasta dar con la mejor de tu síndrome de Evans.
Cuando los niveles de plaquetas son muy bajos se considera que eres un paciente de riesgo, lo mismo sucede a la hora de tratar un síndrome de Evans relacionado a una anemia severa. En primer lugar se buscará estabilizar tus funciones cardiovasculares y respiratorias, en ocasiones también es necesaria la transfusión de sangre.
Tanto en este como en casos de menor gravedad serán necesarios tratamientos farmacológicos con Prednisona, inmunoglobulina intravenosa, danazol, azatioprina y ciclofosfamida, entre otras. Actualmente se están llevando tratamientos muy esperanzadores con la aplicación de células madres, al igual que con otras enfermedades crónica como la diabetes tipo 1 y el mal de Parkinson.
Otras enfermedades autoinmunes
Este síndrome es muy raro y se da en contadas ocasiones relacionadas a otras enfermedades. Sin embargo hay otras enfermedades autoinmunes más comunes que debes conocer de primera mano para detectar sus síntomas y consultar a tu médico de cabecera.
- Enfermedad de Crohn. Puede afectar a cualquier parte de tu tracto digestivo. Es recomendable acompañar el tratamiento médico con una dieta especialmente pensaba para calmar sus síntomas.
- Lupus eritematoso y cutáneo. La enfermedad de lupus comienza con síntomas que afectan a los músculos como dolor e inflamación, también afecta a la piel, corazón, pulmones, aparato digestivo y puede ocasionar problemas neurológicos. No tiene cura pero sí hay diversos tratamientos para convivir con sus síntomas.
- Virus de Epstein Barr. Más conocido como mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso. Puede pasar desapercibida pero presenta síntomas como fiebre, erupción cutánea, dolor estomacal y cansancio.
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