Propiedades del eucalipto

Todavía considerado por muchos como un árbol exótico, el eucalipto posee propiedades medicinales que lo sitúan como uno de los mejores anticatarrales naturales que existen.

Del Eucalyptus Globulus Labill –su nombre científico- conocemos pocos detalles. Su condición de árbol originario de Australia le ha conferido durante mucho tiempo la consideración de "exótico", si bien es conocida su presencia entre la flora endémica de Canarias, aunque allí recibe el nombre de "árbol gomero".

Se trata de un árbol de muy poca altura utilizado frecuentemente para la obtención de madera, papel y aceites esenciales –éstos últimos con fines cosméticos-. Así, el eucalipto, silvestre por naturaleza, pertenece a la familia de las mirtáceas y presenta como rasgo más característico su "voracidad" para otras plantas, ya que libera una sustancia en la tierra que no permite el crecimiento de otras especies vegetales a su alrededor.

El eucalipto posee una extraordinaria capacidad de absorción del agua, por lo que llega a transformar el ecosistema en el que se encuentra por desecación del terreno. Pero no iba a ser todo malo ya que las propiedades del eucalipto como planta medicinal se circunscriben casi por entero al ámbito de los problemas respiratorios, con excelentes resultados para nuestra salud.

Sus aceites esenciales son muy indicados para realizar inhalaciones que, gracias a su acción, eliminan y detienen el crecimiento de microorganismos perjudiciales para nuestro aparato respiratorio, tales como los estafilococos o las cándidas y los virus de la tuberculosis y la rabia, entre otros. Por su alto contenido en cineol –también llamado "eucaliptol"- también se erige en excelente fungicida –elimina hongos-, por lo que es utilizado como antiséptico en zonas con pocos recursos para operaciones de desinfección, especialmente ambiental, para combatir la propagación por el aire de enfermedades como el cólera.

Constituye igualmente un magnífico expectorante, por lo que es frecuentemente utilizado para despejar las vías respiratorias cuando éstas presentan una acumulación importante de mucosidad. Sus propiedades antiinflamatorias lo colocan en una posición aventajada en el tratamiento de enfermedades como la bronquitis, gripe, faringitis, asma, sinusitis o rinitis.