Durante la década del 60, el Dr. Francis Lefebure estudió el efecto que tenía la luz sobre las funciones cerebrales, especialmente sobre la concentración. Al parecer la energía lumínica se puede transformar en energía mental, mejorando las funciones cognitivas, especialmente durante la adolescencia.
Esta técnica puede ser utilizada por los adolescentes para aumentar su concentración, e incluso para tratar algún trastorno del aprendizaje. Para los practicantes del fosfenismo, los fosfenos (sensación luminosa subjetiva producida por la luz) se debe producir al mismo tiempo que se elabore un pensamiento relacionado con el tema que tengas que estudiar.
Una vez que esto se produce, la sensación luminosa que sientes provoca un cambio interno, mejorando la memoria, la intuición, la creatividad y la atención.
Para llevar a cabo el fosfenismo correctamente, necesitas seguir una serie de pasos
- Sitúa la lámpara fosfénica (es una lámpara especial) a 30 cm. de distancia.
- La enciendes, fijas la vista en un punto y te quedas así por 30 segundos.
- Tras ello, apagas la lámpara y puedes observar el fosfeno con los ojos abiertos o cerrados. Este estará representado por una mancha circular que cambiará de color desde el amarillo hasta el azul oscuro o negro, pasando por el verde y rojo. Tras ello, puedes comenzar a estudiar.
Con la práctica de esta técnica casera comienzas a aumentar tu atención y concentración, mejorando tu aprendizaje en menor tiempo.
El fosfenismo es una técnica alternativa que, quizás pueda serte útil. No obstante ello, no olvides que existen otras técnicas de aprendizajes, trucos y sugerencias que también pueden ayudarte.
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