Reiki contra el cáncer

El Reiki podría ayudar como complementario en los tratamientos médicos contra diversos tipos de cáncer. Esta terapia oriental no tiene nada que ver con milagros ni videntes y recomienda seguir con las prescripciones médicas

La filosofía oriental nos enseña que el cuerpo tiene sus propios mecanismos de autodefensa que es necesario fortalecer y cultivar para alejarlo de las enfermedades. Los defensores del Reiki sostienen que la realización de esta disciplina, acompañada del oportuno tratamiento médico podría ser de gran utilidad para luchar contra diversos tipos de cáncer. Este método de origen japonés significa Energía de Vida Universal y propone un sistema de sanación natural que fue descubierto por Mikao Usui, un monje japonés del siglo XIX que señalaba como "la energía es energía", se mire como se mire.

El Reiki sería un sistema de transmisión y armonización energética que identifica un sistema de sanación natural, que busca alcanzar un equilibrio ideal, entre los planos físico, emocional, mental y espiritual del cuerpo. El Reiki podría contribuir a aliviar problemas estomacales, enfermedades agudas, procesos pre y post operatorios, contra la depresión, el estrés, el insomnio y hasta podría ser complementario en enfermedades crónicas y terminales. Los expertos en Reiki señalan que este procedimiento "aporta energía vital, produce relajación profunda y promueve la búsqueda de claridad y conexión interior".

Rei representa la energía que generó la vida, la que sostiene, que es la energía universal trascendente y ki es la energía individual. El tratamiento lo hace sólo una persona iniciada pero así como lo puede recibir cualquier persona, no lo puede practicar si no un experto o maestro en esta disciplina. Éste apoya sus manos sobre el cuerpo en 12 posiciones básicas, que están orientadas en los órganos vitales más importantes, por lo tanto hacia los centros energéticos principales, 4 posiciones en la cabeza, 4 en el frente del cuerpo y 4 de espalda.

Las reacciones que tienen las personas que reciben el tratamiento son diversas, diferentes y personales a cada individuo: el 90 por ciento se duerme ya que la primera sensación o la más frecuente que produce la imposición de manos es la de un relax total por lo que es perfecto para quienes sufren estrés. Otros irrumpen en llanto y otros se ríen o cantan. Incluso, pacientes aquejados de cáncer manifestaron sentirse mucho mejor tras recibir esta práctica. Otros hablan de una paz profunda, pero en todo caso, cada persona experimenta cosas distintas.

Nabila es una de las maestras de esta disciplina que lleva 8 años practicándola en Lanzarote y asegura que el 99 por ciento de sus clientes se siente mejor tras la imposición de manos. Nabila insiste en que ella no cura a nadie y aconseja que si alguien se dirige a un reikista y le dice que es un sanador que le va a quitar una enfermedad, desconfíe de esa persona. Nabila comenta que lo que ellos hacen es utilizar la energía de cada individuo para que él mismo pueda mejorar pero repite que no existen los milagros. Según manifiesta, el reiki no es nada religioso o místico y no necesita velas ni ningún tipo de abalorio.