El té verde es perfecto para todo el año, es verdad, pero en el verano incluso puede llegar a sentar mejor que en invierno. Es que es ligero, refrescante, amargo pero en su justa medida, con ese toque astringente que funciona de maravilla para cortar la sed y hacer que el calor sea algo menos grave. Obviamente, funciona mucho mejor cuando se lo bebe bien fresco.
Pero el té verde no solamente tiene que estar líquido para ser disfrutado como corresponde. También puedes preparar postres sencillos con él. Esta gelatina de té verde y maracuyá es un claro ejemplo. La fruta de la pasión va de maravillas con esta infusión, dándole además ese toque ácido y perfumado tan particular que tiene. Sigue la receta y verás que la repites.
Ingredientes:
- Medio litro de agua
- Dos cucharadas de té verde de buena calidad
- Pulpa de maracuyá o fruta de la pasión al gusto
- Una lámina de gelatina sin sabor
- Endulzante permitido al gusto
Preparación:
Coloca a calentar el medio litro de agua. Cuando esté en unos 75, 80 grados centígrados, apaga el fuego y prepara el té con dos cucharadas, así queda bien concentrado. Deja reposar unos 3, 4 minutos y luego cuela. Deja que se enfríe a temperatura ambiente y luego mezcla con el zumo o pulpa de maracuyá. Las proporciones irán a tu gusto. Si lo quieres más frutal, más zumo y viceversa. Endulza al gusto y coloca la lámina de gelatina sin sabor.
Ahora todo será cuestión de dejar enfriar esta deliciosa gelatina de té verde y maracuyá en la nevera durante algunas horas. Cuando esté bien sólida, no tienes más que servirte a voluntad. Si tienes a mano un poco de pulpa de fruta de la pasión para decorar, con sus características semillas, pues mucho mejor. Quedará más bello esta delicia estival, que refresca y deleita.
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