¿Quieres conseguir algunos nuevos sabores en tu mostaza? Es mucho más sencillo de lo que pensabas. Sólo tienes que recurrir a algunos elementos que se consiguen relativamente fácil y le vas a dar un sabor bastante diferencial. Se pueden usar en prácticamente cualquier mostaza y sólo es cuestión de animarse. ¡Sigue los consejos!
- Con ajo. Haz una especie de puré de ajo y añádelo a cualquier mostaza. El ajo puede estar crudo o cocido, de acuerdo a si quieres que te quede suave o fuerte. La mostaza y el ajo quedan muy bien. Y si te pareciera demasiado agresiva, suaviza con una cucharada de mayonesa.
- Con wasabi. ¿Esa mostaza que compraste te parece demasiado suave? Nada mejor que agregarle un buen shot de wasabi (pasta de rábano picante muy tradicional para acompañar el sushi) y mezclar bien. Luego, cuando la uses, vas a sentir un rush de picante algo nasal, que dura unos pocos segundos, pero que le dará una profundidad ideal a esa mostaza sosa que tenías antes.
- Con frutos rojos. A una mostaza fuerte, tipo antigua o Dijon, le puedes añadir un poco de reducción de frutos rojos o un poco de mermelada de la misma. La acidez de los arándanos o las frambuesas se complementarán muy bien con la mostaza. Una gran opción para carne de cerdo, por ejemplo.
- Con hierbas y pimienta verde. Para esta receta es ideal emplear una mostaza mas bien suave. Coloca los granos de pimienta verde en ella; enteros o molidos groseramente. Además, añade hierbas, preferentemente secas. Salvia, tomillo o hasta romero pueden llegar a ir bien. Es ideal para carnes blancas.
- Con un poco de buen humo. La mostaza ahumada es una auténtica delicia. Y para conseguirla no tienes más que añadir algunas gotas de humo líquido a tu mostaza favorita. ¡Quedará de maravillas para una buena salchicha!
Usa estas preparaciones y luego cuéntanos cómo las usaste y qué tal te salieron. ¡Prueba saborizando esa mostaza que tienes en el refrigerador!
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