Cómo preparar una salsa romesco

Una tradicional salsa catalana para las comidas

Si eres español, es muy probable que hayas probado alguna vez el romesco, una tradicional salsa de pimientos y otros ingredientes, que realmente es deliciosa. Si nunca la has probado, ya es hora de que tomes nota de esta receta. ¡No dejes de intentarla!

La salsa romesco es uno de los clásicos acompañamientos típicos españoles, seguramente a la par de otros tradicionales como el genial alioli o el riquísimo mojo picón. Se trata de una salsa de pimientos asados, ajos y algunos otros detalles que la terminarán por configurar en una auténtica delicia.

Preparar una buena salsa romesco en casa no es complicado, ni mucho menos. Tiene sus pasos, sí, ya que tienes que asar algunos de los ingredientes. Pero el resultado final ameritará y la inversión de tiempo tampoco será una locura. ¡No dejes de probar esta genial receta y disfrutarla con la compañía que más te guste!

Ingredientes:

  • Dos pimientos rojos grandes
  • Un tomate
  • Una cabeza de ajo pequeña
  • Una rebanada gruesa de pan del día anterior
  • Un puñado de almendras peladas y tostadas (unas 10-15)
  • Un generoso chorro de aceite de oliva
  • Un buen chorro de un vinagre de calidad
  • Sal, pimienta y pimiento picante (optativo)

Preparación:

  • Quítale la piel fina del fruto a las almendras sumergiéndolas unos pocos segundos en agua hirviendo. Colócalas en una bolsa, frótalas y luego pélalas. Tuéstalas un poco a la sartén o al horno y resérvalas.
  • Mientras tanto, al horno, cocina la cabeza de ajo entera con un chorrito de oliva hasta que esté tierna. Extrae toda las cáscaras y quédate con el puré de ajos. En la misma fuente puede asar los pimientos, que deberás quemar por fuera para luego pelarlos. También podrás cocinar el tomate.
  • Tuesta el pan en una sartén y colócalo con las almendras en el vaso de la batidora. Pulveriza.
  • Añade el puré de ajo, el tomate, los pimientos y comienza a triturar, a medida que vas añadiendo el aceite de oliva en forma de hilo.
  • Procesa el romesco hasta que te quede de la consistencia deseada. Recomendación: ni demasiado líquido, ni demasiado espeso, más bien untable.
  • Corrige de sal, condimenta con vinagre o limón, añade pimienta y, si lo deseas, un toque de picante. Una deliciosa salsa ya estará lista para ser devorada.
  • Una salsa perfecta para acompañar muchas cosas: Esta salsa es de origen catalán y ellos suelen acompañarlas con calçots, que no son más que cebolletas asadas. Pero queda de maravilla con vegetales asados y/o cocidos al vapor, con pescado y ni hablar en una mesa de picoteo con un buen trozo de pan tostado.
  • Soporta variantes: Algunas variedades no incluyen ajo y sí mucho más pimiento. Otras prescinden del tomate. Algunas incorporan picante, otras no. También están aquellas que llevan bastante más aceite y vinagre que la aquí verás. Es cuestión de que regules estos temas a tu gusto y antojo hasta lograr tu salsa romesco perfecta.
  • ¿Probaste a su familiar árabe?: En la gastronomía de cercano oriente se prepara una versión similar a esta llamada muhammara. Se hace principalmente con pimientos y nueces y queda realmente bien. Suele servirse como entrante, al igual que el hummus u otras cremas untables.
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Periodista. Bebedor empedernido de té verde y convencido de los remedios caseros.

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