Filetes de queso empanados

Milanesas de mozzarella, deliciosas como tapas

En algunas partes del mundo, se emplea bastante a menudo comer queso rebozado y luego frito. De buenas a primeras, no parece algo demasiado liviano, pero es delicioso para tapear o para poner como entrante. Aquí tienes la receta.

El queso es una de esos alimentos que se torna indispensable para los paladares de los amantes de la gastronomía. Los hay de toda clase, para todo tipo de gustos. Y también se los puede usar para preparar diferentes platos, eso está claro.

Si te gusta incorporar al tapeo una rica receta con queso, porque ya estás cansado de comerlo igual que siempre, bien puedes recurrir a estos filetes de queso empanados y posteriormente fritos. Suena mucho más pesado de lo que realmente es y quedan súper deliciosos. Ideales para acompañar de una rica ensalada, bien fresca, como para contrarrestar.

Ingredientes:

  • 200 gramos de queso tipo mozzarella (brie o camembert también sirven)
  • Una clara de huevo
  • Harina
  • Pan rallado
  • Cantidad necesaria de aceite para freír
  • Sal y pimienta

Preparación:

Lleva el queso al refrigerador. La idea es que esté bien firme, mas no congelado. Córtalo en bastones y mójalo un poco para rebozarlo por harina. Posteriormente, pásalo por la clara de huevo batida con sal y pimienta. Acto seguido, por pan rallado. Así con cada uno de los bastones hasta terminar con toda la preparación. Ahora, a freír en abundante aceite bien caliente. La idea es que, ni bien estén dorados por todos sus lados, los retires del fuego y los pongas a secar en papel absorbente, así se escurre su exceso de aceite. Es clave usar mucho aceite, ya que cuanto más aceite tengas en la cacerola o sartén, más secos saldrán tus quesitos.

Para esta receta puedes usar cualquier queso que tenga sabor, pero que sea tirando a blando. Muzzarella, brie y camembert resultarán de mil maravillas, ya que tienen una consistencia ideal para que se fundan en ese instante de fritura. Para acompañar, nada mejor que una ensalada de tomates cherry y alguna hoja verde (lechuga, rúcula, etc.) y también algunas salsas. Un ketchup y una tártara, por ejemplo, le pueden llegar a venir de maravillas. ¿Los vas a dejar de probar?

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Periodista. Bebedor empedernido de té verde y convencido de los remedios caseros.

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