Si el té verde ya era múltiplemente ponderado debido a sus grandes cualidades, pues ahora es momento de añadirle un nuevo galardón a su cosecha: sería muy beneficioso para prevenir el cáncer de mamas. Al menos eso es lo que se ha establecido en un estudio realizado en la University of Western Australia.
Según el trabajo realizado en dicho centro de estudios, exclusivamente en más de 2.000 mujeres de procedencia china, aquellas que consumían mayor cantidad de té verde y también de hongos frescos y secos, menor era el riesgo de contraer dicha enfermedad.
El estudio se hizo teniendo en cuenta habitantes de sexo femenino del sudeste de China, de las cuales eran 1.009 mujeres ya padecientes de cáncer de mamas e igual cantidad de féminas sanas, contando con edades que iban desde los 20 a los 87 años.
De la mano de estos datos, se estima entonces que realmente tanto el té verde como las setas (mucho más si eran consumidos diariamentes y en altas cantidades) podrían tener un gran impacto en las tazas finales de cáncer de mamas que hay en China. Vale decir que es entre cuatro y cinco veces menor que en la gran mayoría de los países desarrollados. También el hecho de llevar una alimentación tradicional, alejada de la comida chatarra y desequilibrada, podría tener una importante incidencia.
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