Un ritual ancestral

El té blanco y sus misterios

Para muchos conocedores del mundo del té, el té blanco es la variedad más delicada y sofisticada proveniente de la Camelia sinensis. La razón de esto se debe a que es elaborado a partir de las hojas y brotes tiernos de la planta. Descubre cómo se prepara para poder disfrutar de su aroma y sabor...

"Es cuestión de tiempo el que países occidentales, como España asuman lo que podríamos denominar la "cultura del té", afirma Barry Cooper, presidente de Stassen North America.

Para Cooper el té es relax mientras que el café (mucho más frecuente en las reuniones y encuentros occidentales) incita a la prisa, las atmósferas son muy diferentes.

Si eres un ferviente admirado@ del mundo del té, quizás te sientas identificad@ con esas palabras. Desde siempre al té lo ha envuelto una atmósfera de magia y misterio.

Hay muchos tipos de té (solo en China se han registrado 12.000), lo cual es muy bueno para los amantes y consumidores del mismo, ya que ofrece un sinnúmero de posibilidades para disfrutarlo.

Por supuesto que cada una de estas variedades tiene sus propias características de aroma, sabor, textura y de la manera en que los prepares va a depender que las mantengan.

En el caso del té blanco esto es imprescindible. Su preparación es un elemento más para disfrutar por completo del sabor y del aroma floral de este té ya que implica un ritual propio de los emperadores chinos.

Es que desde la antigüedad se han conocido las propiedades medicinales y la delicadeza de sabor que tiene. Es por este motivo, que en muchas ocasiones encuentres al té blanco mezclado con jazmín.

Ya que es muy difícil para el paladar percibir y descubrir los matices de su sabor, al punto que puede parecer insulso y sin gracia.

Esto se debe en gran parte, a que es elaborado solo a partir de los brotes tiernos y de las primeras hojas de la Camelia sinensis.

Cómo puedes preparar un delicioso té blanco

Sobre todo vas a tener que poner mucha atención para no sobre pasarte con la temperatura del agua. Si no corres el riesgo de quemar los brotes y hojas y de esta manera arruinar el sabor de la infusión.

Procedimiento a seguir

Calienta el agua (de manantial a ser posible) y justo antes de que empiece a hervir echa un chorrito en la tetera vacía, para bajar la temperatura, así evitas que se quemen las hojas.

Claro está que mejor sería que tengas un termómetro o una jarra eléctrica con regulador de temperaturas. Así podrías darle la temperatura exacta que necesita sin mayores inconvenientes.

Deja vacía la tetera, incorpora el té y añade agua caliente. En general, los tés blancos aceptan el agua a una temperatura entre 75 y 85 grados centígrados.

Déjalo reposar unos 10 minutos y tómalo sin leche, azúcar, limón o cualquier otro aditivo para que puedas captar y descubrir la suavidad de su sabor.

Si lo sirves en una tetera de cristal transparente disfrutarás con la apertura de sus hojas. es una experiencia que seguramente te va a encantar. ¡Pruébala!

Otros artículos que te pueden interesar:


2 Comentarios en "Un ritual ancestral"

Comentarios en Innatia
Sandra dice...

Me ha parecido excelente, he aprendido bastante sobre el té y los diferentes tipos que hay, también la forma de prepararlo.

Publicado el 10 de abr, 2012 a las 04:21:15
Adriana dice...

hola. Me gusta el sabor de este té. Quisiera saber cual es la dosis diaria para adelgazar y en que momento del día es mejor su consumo, Gracias.

Publicado el 4 de ene, 2014 a las 04:12:04
Créditos de la imagen