Tratamiento cosmético para luchar contra las ojeras

Los cuidados que conlleva sentirse bello o bella se convierte en un auténtico suplicio, aludiendo al consabido precepto de que "estar guapa requiere sacrificios".

Pero cuidar nuestro aspecto no tiene por qué resultar doloroso, molesto o desagradable: todo lo contrario. Puede y debe convertirse en otra forma de mimarse en todos los sentidos. No es un argumento publicitario ni un sueño imposible de alcanzar. Basta con aplicar una serie de consejos que ayudarán a que nuestras sesiones de tratamiento estético pasen de resultar un potro de tortura a constituir una auténtica cura de relax.

Así, lo primero que tenemos que preparar es nuestra mente y, aunque a veces nos resulte difícil, evadirnos del ritmo habitual de vida, del estrés y, en general, de todo lo que suene a prisa. A la hora de aplicar, por ejemplo, una crema corporal, es importante, antes que nada, tener las manos totalmente limpias y, por supuesto, tomarnos nuestro tiempo y realizar dicha aplicación con suavidad, sin prisas ni movimientos bruscos, deslizando nuestras manos de forma que el tacto sea similar al de una caricia. Con ello conseguimos un masaje relajante a la vez que facilitamos la penetración de los activos en los estratos internos de la piel.

Después una ducha con agua fría activará nuestra circulación completando así un auténtico tratamiento regenerador. Aquí también debemos huir de las prisas. Permanecer, ya limpias, unos momentos debajo de la ducha dejando caer el agua sobre nuestro cuerpo contribuye también a mantener ese estado óptimo de relajación que nuestro cuerpo necesita. La activación de la circulación se puede completar con un suave masaje sobre glúteos, piernas, busito y cabello.

Y, por último, un buen consejo para hacer desaparecer las ojeras: preparamos dos infusiones de manzanilla, las dejamos enfriar y posar las dos bolsitas sobre nuestros párpados durante diez minutos –si además aprovechamos para reclinarnos sobre un sofá o una hamaca, mejor que mejor- para luego deslizar las yemas de los dedos aplicando una crema hidratante.