La musicoterapia está cada vez más cercana a todas las personas. En todos los procesos y etapas de la vida se recurre a ella. Y nadie mejor que una persona que ha estudiado, se ha diplomado y trabaja de esto como Carla Navarro para que te cuente cómo se involucra esta práctica en el principio y final de la vida. Carla es responsable de su blog/sitio Sobre Musicoterapia (http://sobremusicoterapia.com/) y también una persona que te va a poner muy en claro varias cosas sobre esta disciplina. ¡No te pierdas esta nota!
-¿Cómo es que te acercaste a la musicoterapia y comenzaste a vivirla desde dentro?
-Siempre fui consciente de que la música era mucho más de lo que vivía en el Conservatorio. Mucho más que interpretar sobre un escenario. No sabía muy bien cuánto de “más” era hasta que un día, en la clase de Organología de Miguel Fernández (en el Conservatorio Sup. de Música de Oviedo) nos habló del poder terapéutico que tenía… y voilà! Algo en mi interior se removió y supe que era eso lo que yo llevaba tiempo sintiendo. Así que cuando me fui a Barcelona a continuar con mis estudios de Grado Superior, me formé como Musicoterapeuta sabiendo que ese era el camino que quería tomar. Desde entonces, la música cambió para mi.
-Trabajas en dos aristas de la musicoterapia que tú misma defines como "la entrada y la salida de la vida". ¿Cómo es ir de un extremo a otro, por así decirlo?
-Sí, trabajo acompañando la entrada (desde la etapa prenatal) a los que vienen. y la salida de la vida (en cuidados paliativos) a los que se van. Pero, aunque suene extraño para las personas que no están cerca de esta realidad, no son extremos. Es el ciclo de la vida. Un círculo.
Y, casualmente, ambos son un “tabú” en nuestra sociedad. Todavía hay mucho desconocimiento de la vida prenatal, de lo que se gesta dentro del vientre materno. Porque no solo “se crea” un ser humano a nivel físico, sino a nivel emocional, cognitivo, social, espiritual… Hay la falsa creencia sobre si “se enteran de algo ahí dentro…”, o “ya cuando salga…”
Esto nos hace por un lado, perder la oportunidad de acompañar el proceso de cambio de una mujer y un hombre, a madre y padre (con todos los cambios psicofisiológicos que se producen!), y por otro, perder una ocasión única de acompañar el proceso de creación de un ser humano gestado en el amor. Y sí, sonará algo “cursi”, pero es que también nos cuesta admitir esta magnífica palabra dentro de contextos “más o menos serios”. Y, en cambio, yo cada día la utilizo más. Porque esa es la base de mi trabajo: el amor que siento por la música -y lo que es capaz de hacer-, y el amor que siento por las personas -y lo que somos capaces de llegar a ser-.
"Acompañar a personas en el final de sus vidas, me cambió la mía"
Yo comencé a trabajar como musicoterapeuta en cuidados paliativos pediátricos. Otro tema tabú. Porque si la muerte en sí es un tabú, imagínate la muerte de un niño. ¡Es contranatura! Pero existen. Y por ello hay que proporcionar el mayor bienestar y calidad de vida posible durante el final. Porque estamos vivos, y eso no se nos puede olvidar. Así que desde hace 5 años trabajo en la Fundación Porque Viven que da apoyo a la Unidad de Cuidados Paliativos Pediátricos del Hospital “Niño Jesús” de Madrid. Y es el mayor regalo que la vida me ha podido hacer: conocer a las familias y a los niños que acompaño desde la musicoterapia. Cada uno especial, diferente. Cada sesión única. Llena de VIDA.
Porque nuestros niños tienen muchas capacidades, y la música las potencia. Hay niños que no tienen lenguaje, que aparentemente “no conectan”…y la música les ofrece la posibilidad de comunicarse, de sonar, de utilizar su propia respiración como forma de “cantar”, de tocar un instrumento musical con un mínimo movimiento de dedos… de interaccionar con sus padres, sus hermanos… con el mundo que les rodea. Partimos del hecho de que el 80% de los niños que fallecen en España no lo hacen de enfermedades oncológicas, sino de enfermedades neurodegenerativas incurables. Por lo que cada caso que abordo es totalmente diferente.
Las sesiones de musicoterapia les ofrecen un espacio donde la relajación muscular se hace presente –en aquellos niños que tienen por ejemplo muchas distonías– o donde aparecen movimientos que antes nunca habían realizado de manera intencionada –en niños con movilidad muy reducida–. Así que ¡imagínate lo que vivimos cada semana en sus casas!. Porque sí, lo mejor del proyecto de la Fundación Porque Viven es que la musicoterapia es en su hogar, ya que los niños están en hospitalización domiciliaria. Por lo que las realizo en sus camas, en sus sillas o en el salón de su casa…en su espacio, su ambiente. En sus hogares.
Las intervenciones en paliativos adultos son muy diferentes. Al contrario de lo que ocurre con los niños, la gran mayoría de las personas que he acompañado tenían una enfermedad oncológica y son verbales. Por lo que saben en qué momento de sus vidas están, hacia dónde van…y eso, cambia mucho la sesión. A través de la musicoterapia se realiza un cierre de ciclo vital a través de las músicas que han marcado momentos importantes de su vida. Se realizan improvisaciones musicales en donde la palabra –tan presente siempre en nuestro día a día, y que a veces es una traba más que una ayuda– desaparece. Afloran muchas emociones, que se canalizan y se expresan en las sesiones. Y se pone mucho hincapié en la reducción de la ansiedad y el dolor en las sesiones. Y hay momentos en donde únicamente aparece el silencio, miradas y nos cogemos de la mano…porque el resto sobra.
El canto prenatal
-Por cierto, el canto prenatal es una de tus especialidades, . Cuéntanos un poco más acerca de esta práctica.
-Sí. Me he formado con Elisa Benassi –matrona, musicoterapeuta y Psicofonista italiana– en esta disciplina que no tiene nada que ver con la Musicoterapia, pero que al ser musicoterapeuta, se enriquecen las sesiones. Realmente el Canto Prenatal, según el modelo de M.L Aucher, es:
Para la madre un modo de vivir bien el embarazo en relación con una misma y con el bebé que se crea en su interior. Para el padre la posibilidad de utilizar su voz para participar de manera activa en el crecimiento con el bebé y en relación con su pareja. Para el bebé la emoción, la referencia, el vínculo afectivo con las personas que le han creado y que le esperan.
La voz es el principal agente facilitador, ya que se entra en relación con uno mismo y con el otro. La voz, que nos acompaña desde los 9 meses antes de nacer y a lo largo de toda nuestra vida. El oído, que nos conecta desde el útero materno con el mundo que nos rodea, y que es el último de los sentidos que nos desconecta del mundo en el que hemos vivido. ¡Qué casualidad, no?!
La memoria auditiva en los adultos
-¿Y a los adultos mayores en qué los beneficia el uso de la musicoterapia?
-En muchísimas cosas que no nos podremos adentrar en profundidad en este momento, pero espero pasar por las más importantes. La música no se proceso a nivel cerebral de la misma manera que lo hace el lenguaje. Y es por ello por lo que encontramos en las sesiones de MT a personas mayores con Enfermedades Neurodegenerativas como el Alzheimer y Demencias, que no son capaces de mantener una conversación o con una pérdida de memoria importante, pero que sí reconocen y cantan una canción de hace treinta años desde el principio hasta el final. Que son capaces de seguir rítmicamente con la mano sobre un tambor, con el pie en movimiento, o con un instrumento de pequeña percusión una improvisación musical; que realizan dinámicas de “pregunta-respuesta” musical, o con las que se realiza un tipo de intervención enfocada principalmente en la comunicación lingüística. Pero también se realiza un tipo de trabajo enfocado a objetivos más físicos: como la estimulación motriz, el movimiento… o social: el reconocimiento de las diferentes personas que conforman un grupo, etc. Y sobre todo, emocional. Porque la música, y los recuerdos asociados que tenemos con ella, emocionan. Y mucho.
-¿Qué consejo le darías a una persona que quiere "tratarse" o tener un mejor estilo de vida de la mano de la musicoterapia?
-Principalmente que se asegurara de que la persona con la que quiere desarrollar un proceso terapéutico tiene la formación específica de musicoterapia y la experiencia clínica necesaria. Tristemente en nuestro país la MT no es una profesión reconocida por el Ministerio de Trabajo, por lo que los estudios de musicoterapia no están lo reglados que deberían y hay muchas personas –osadas– que tras hacerse un cursillo de 20h se creen con las habilidades para hacer MT. Y esta disciplina es mucho más que tocar una guitarra o cantar. Me da mucha pena, pero así es.
Por qué es buena la musicoterapia
- Porque ayuda a manejar el estrés. Es una práctica que, bien ejecutada, puede ayudarte notablemente a estar mejor de tu estrés. No dudes de apoyarte en un profesional en la materia.
- Porque ayuda a despejarte. Ese rato donde estés practicando musicoterapia, vas a notar un trabajo en lo que te problematiza y también una vía de escape. Te ayudará a despejarte.
- Porque combate la ansiedad. También la ansiedad puede ser tratada con musicoterapia. E incluso con música en general.
2 Comentarios en "La musicoterapia en la entrada y salida de la vida, con Carla Navarro"
En mi esposo, tiene Alzheimer severo, pero quisiera saber cómo debe ser una sesión en este caso. A los 20 minutos se queda dormido. Debe intentar siempre el músico terapeuta mantenerlo despierto?, con diferentes instrumentos?, las canciones que le gusta?, etc. Gracias
tengo oido musical me gusta la musica suave que busco en Youtube : Dean Evenson, Tom Barabas, Hillary Stagg, Kevin Kern entre otros me gustaria saber de Musicoterapia para mi propia Paz Interior , muchas gracias