¿Qué son los masajes tailandeses?

Los masajes tailandeses tradicionales, divergen de los llamados eróticos, práctica que comenzó a ser difundida a raíz de que las tropas americanas se asentaran en Tailandia en la época de la guerra de Vietnam, provocando desde entonces que se confundieran los términos que caracterizan a cada uno de ellos.

Este trabajo corporal milenario y sagrado conocido allí como Nuad Phaen Boran, deviene una terapia natural por excelencia, y una de las más antiguas artes de sanación de la medicina tradicional tailandesa.

A diferencia de otros, los masajes tailandeses consisten en un trabajo corporal profundo que implica además la utilización de técnicas de presiones y estiramientos realizadas con dedos, manos, pies, codos o rodillas del masajista, siguiendo las líneas energéticas del cuerpo.

De acuerdo con el interés de cada cual, las personas pueden recibir diferentes aplicaciones de los masajes tailandeses, como es el caso del OIL massage, que es una fusión entre el Masaje de Aceites y el Masaje Tradicional Tailandés, en el que se utilizan aceites florales aromáticos combinando presiones, suaves estiramientos, y amasamientos, con técnicas de acupresión propias del Masaje Thai.

También la reflexología podal, que consiste en la relajación corporal a través de los puntos reflejos en los pies con un masaje sumamente relajante y agradable en el que se estimulan todos los órganos y funciones del organismo.

Además de una agradable sensación en los pies, al recibir el masaje se obtiene un reequilibrio energético corporal, mejorando todas las funciones del organismo. Otra modalidad consiste en aplicar los masajes con unas bolsitas añadidas de lino, rellenas de plantas aromáticas, medicinales y especias, que son calentadas al vapor, para después con ellas aplicar un agradable y aromático calor sobre la musculatura y líneas energéticas, en una fusión de lo mejor del masaje ancestral y la ciencia moderna, para lograr el mejor efecto terapéutico.

Para recibir los beneficios del auténtico masaje tailandés, el tradicional, esta exclusiva terapia corporal, no es necesario quitarse la ropa, aunque se suele ofrecer un pijama de seda para quienes deseen mayor comodidad de movimientos.