La Fundación de Ciencias de la Salud ha organizado el primer módulo del Programa de Formación en Comunicación y Salud y señala que las habilidades comunicativas del médico influyen de manera decisiva en el modo en que el enfermo aborda su problema.
El módulo "Comunicar malas noticias", está dirigido a profesionales sanitarios y resalta la importancia que verdaderamente tiene en el proceso comunicativo, la capacidad de acogida, empatía y negociación del profesional, a la hora de atender a los pacientes que acuden a la consulta médica. Así, distinguir distintas técnicas de información se convierte en fundamental para garantizar la comunicación efectiva y evitar situaciones traumáticas, tras un diagnóstico negativo.
Conocer lo que puede ser una mala noticia para el paciente o saber detectar esta información de salud y saber aplicar una metodología adecuada para evitar situaciones traumáticas, son cualidades que debe adquirir todo profesional sanitario, según los expertos reunidos en dicho módulo. Y es que, dar malas noticias a los pacientes y a sus familiares no es tarea fácil, a pesar de ser algo habitual en el quehacer diario de estos profesionales sanitarios.
Así, saber comunicar este tipo de noticias que suponen quebranto para el paciente y familiares, les ayuda a aliviar situaciones de tensión y además hace que el paciente aborde de otra manera el problema, desde una perspectiva más positiva. Por ello, la empatía, la normalización, la legitimación, el manejo de la incertidumbre y "afrontar la negación", son las técnicas fundamentales que los profesionales sanitarios deben distinguir y saber aplicar, a la hora de dar malas noticias.
Los expertos señalan que reflexionar y proporcionar un entorno adecuado al paciente son otro tipo de acciones muy importantes, así como tener la posibilidad de individualizar el mensaje de cada situación clínica para ir más allá del protocolo establecido, lo que, sin duda, reporta seguridad al receptor del mismo.
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