6 Cuentos de Navidad cortos para niños, fáciles de leer y entender

Cuentos de navidad para leer a los más pequeños

Descubre en el siguiente artículo, cuentos de navidad para leer a tus hijos de qué se trata esta festividad y qué tiene de importante para la vida cristiana.

La Navidad puede ser un buen momento para comenzar a que los niños transiten el camino del cristianismo. En este artículo encontrarás 5 cuentos cortos y 3 cuentos para los niños que ya saben leer, sobre el espíritu navideño.

Qué es la Navidad para niños

La palabra Navidad deviene del término latin "nativita" que significa nacimiento. En esta fiesta se celebra el nacimieto del Niño Jesús, hijo de la Virgen María y San José. La navidad es una fecha en la que se celebra la unión, la paz, la esperanza y el amor que el niño Jesús trae al mundo con su llegada.

Muchos historiadores coinciden en que Jesús nació en abril o mayo, sin embargo la Iglesia Católica oficializó el 25 de diciembre como fecha oficial del nacimiento de Cristo.

Los mejores cuentos de navidad infantiles cortos

Encuentra a continuación, los mejores cuentos de navidad cortos para reflexionar sobre la fe, la esperanza, el nacimiento de Jesús y los valores importantes en estos días especiales.

Cuentos navideños cortos y famosos

Descubre dos cuentos de navidad cortos para niños famosos, escritos por autores muy importantes dentro del genero literario infantil.
Por un lado encontrarás uno de los cuentos más populares de Charles Dickens, y por el otro una adaptación corta del famoso cuento de los hermanos Grimm, Hansel y Grettel.

Cuento de navidad (por Charles Dickens)

Conoce uno de los mejores cuentos infantiles de navidad cortos de la historia de la literatura infantil y lee con tus hijos o alumnos para reflexionar sobre la fecha navideña.

Ebenezer Scrooge era un empresario y su único socio, Marley, había muerto. Scrooge era una persona mayor y sin amigos. Él vivía en su mundo, nada le agradaba y menos la Navidad, decía que eran paparruchas. Tenía una rutina donde hacía lo mismo todos los días: caminar por el mismo lugar sin que nadie se parara a saludarlo.

Era víspera de Navidad, todo el mundo estaba ocupado comprando regalos y preparando la cena navideña. Scrooge estaba en su despacho como siempre con la puerta abierta viendo a su escribiente, que pasaba unas cartas en limpio, y de repente llegó su sobrino deseándole felices navidades, pero este no lo recibió de una buena manera sino al contrario, su sobrino le invitó a pasar la noche de Navidad con ellos, pero él lo despreció diciendo que eso eran paparruchas. Su escribiente llamado Bob Cratchit seguía trabajando hasta tarde aunque era noche de Navidad, Scrooge le dijo un día después de Navidad tendría que llegar mas temprano de lo acostumbrado para reponer el día festivo.

Scrooge vivía en un edificio frío y lúgubre como él. Cuando ya restaba en su cuarto algo muy raro pasó: un fantasma se le apareció, no había duda de quien era ese espectro, no lo podía confundir, era su socio Jacobo Marley le dijo que estaba ahí para hacerlo recapacitar de cómo vivía porque ahora él tenía que sufrir por la vida que había tenido anteriormente. Le dijo que en las siguientes noches vendría 3 espíritus a visitarlo.

En la primera noche, el primer espíritu llegó, era el espíritu de las navidades pasadas, éste lo llevo al lugar donde él había crecido y le enseñó varios lugares y navidades pasadas, cuando él trabajaba en un una tienda de aprendiz; otra ocasión donde estaba en un cuarto muy sólo y triste y también le hace recordar a su hermana, a quien quería mucho.

A la segunda noche el esperaba al segundo espíritu. Hubo una luz muy grande que provenía del otro cuarto, Scrooge entro en él, las paredes eran verdes y había miles de platillos de comida y un gigante con una antorcha resplandeciente, era el espíritu de las navidades presentes. Ambos se transportaron al centro del pueblo donde se veía mucho movimiento: los locales abiertos y gente comprando cosas para la cena de Navidad. Después lo llevo a casa de Bob Cratchit y vio a su familia y lo felices que eran a pesar de que eran pobres y que su hijo, el pequeño Tim estaba enfermo. Finalmente lo lleva a la casa de su sobrino Fred donde vio como gozaban y disfrutaban todos de la noche de Navidad comiendo riendo y jugando. Después de esto regresó a su cuarto.

A la noche siguiente, esperaba al último espíritu, pero este era oscuro y nunca le llegó a ver la cara. Era el espíritu de las navidades futuras, quien le mostró en la calles que la gente hablaba que alguien se había muerto. Después lo llevó a un lugar donde estaban unas personas vendiendo las posesiones del señor que había muerto, y también le enseñó la casa de su empleado Bob donde pudo ver que su hijo menor había muerto y que todos estaban muy tristes. Por último, lo llevó a ver cadáver de este hombre que estaba en su cama tapado con una sabana, y al final, le descubrió quien era el señor que había muerto… Era él mismo, Ebenezer Scrooge.

Cuando el despertó se dio cuenta que todo había sido un sueño y que ese día era día de Navidad, se despertó con mucha alegría, le dijo a un muchacho que vio en la calle que fuera y comprara el pavo mas grande y que lo mandara a la casa de Bob Cratchit. Salió con sus mejores galas muy feliz porque podía cambiar y se dirigió a casa de su sobrino, al llegar lo saludó y le dijo que había ido a comer y estuvo con ellos pasándosela muy bien. Al día siguiente en la mañana le dio a su trabajador un aumento y desde entonces fue un buen hombre a quien todos querían. El hijo menor de Bob, el pequeño Tim, grita contento. ¡Y que Dios nos bendiga a todos!

Hansel y Grettel (Hermanos Grimm)

Otro de los mejores cuentos de navidad infantiles cortos, es el que conocerás a continuación. Hansel y Grettel han logrado trascender todas las fronteras y se ha traducido para más de 150 países diferentes. Descubre una adaptación corta para compartir con tus hijos.

Allá a lo lejos, en una choza próxima al bosque vivía un leñador con su esposa y sus dos hijos: Hansel y Gretel. El hombre era muy pobre. Tanto, que aún en las épocas en que ganaba más dinero apenas alcanzaba para comer. Pero un buen día no les quedó ni una moneda para comprar comida ni un poquito de harina para hacer pan. “Nuestros hijos morirán de hambre”, se lamentó el pobre esa noche. “Solo hay un remedio -dijo la mamá llorando-. Tenemos que dejarlos en el bosque, cerca del palacio del rey. Alguna persona de la corte los recogerá y cuidará”.

Hansel y Gretel, que no se habían podido dormir de hambre, oyeron la conversación. Gretel se echó a llorar, pero Hansel la consoló así: “No temas. Tengo un plan para encontrar el camino de regreso. Prefiero pasar hambre aquí a vivir con lujos entre desconocidos”. Al día siguiente la mamá los despertó temprano. “Tenemos que ir al bosque a buscar frutas y huevos -les dijo-; de lo contrario, no tendremos que comer”. Hansel, que había encontrado un trozo de pan duro en un rincón, se quedó un poco atrás para ir sembrando trocitos por el camino.

Cuando llegaron a un claro próximo al palacio, la mamá les pidió a los niños que descansaran mientras ella y su esposo buscaban algo para comer. Los muchachitos no tardaron en quedarse dormidos, pues habían madrugado y caminado mucho, y aprovechando eso, sus padres los dejaron. Los pobres niños estaban tan cansados y débiles que durmieron sin parar hasta el día siguiente, mientras los ángeles de la guarda velaban su sueño.

Al despertar, lo primero que hizo Hansel fue buscar los trozos de pan para recorrer el camino de regreso; pero no pudo encontrar ni uno: los pájaros se los habían comido. Tanto buscar y buscar se fueron alejando del claro, y por fin comprendieron que estaban perdidos del todo.

Anduvieron y anduvieron hasta que llegaron a otro claro. ¿A que no sabéis que vieron allí? Pues una casita toda hecha de galletitas y caramelos. Los pobres chicos, que estaban muertos de hambre, corrieron a arrancar trozos de cerca y de persianas, pero en ese momento apareció una anciana. Con una sonrisa muy amable los invitó a pasar y les ofreció una espléndida comida. Hansel y Gretel comieron hasta hartarse.Luego la viejecita les preparó la cama y los arropó cariñosamente.

Pero esa anciana que parecía tan buena era una bruja que quería hacerlos trabajar. Gretel tenía que cocinar y hacer toda la limpieza. Para Hansel la bruja tenía otros planes: ¡quería que tirara de su carro! Pero el niño estaba demasiado flaco y debilucho para semejante tarea, así que decidió encerrarlo en una jaula hasta que engordara. ¡Gretel no podía escapar y dejar a su hermanito encerrado! Entretanto, el niño recibía tanta comida que, aunque había pasado siempre mucha hambre, no podía terminar todo lo que le llevaba.

Como la bruja no veía más allá de su nariz, cuando se acercaba a la jaula de Hansel le pedía que sacara un dedo para saber si estaba engordando. Hansel ya se había dado cuenta de que la mujer estaba casi ciega, así que todos los días le extendía un huesito de pollo. “Todavía estás muy flaco -decía entonces la vieja-. ¡Esperaré unos días más!”. Por fin, cansada de aguardar a que Hansel engordara, decidió atarlo al carro de cualquier manera. Los niños comprendieron que había llegado el momento de escapar.

Como era día de amasar pan, la bruja había ordenado a Gretel que calentara bien el horno. Pero la niña había oído en su casa que las brujas se convierten en polvo cuando aspiran humo de tilo, de modo que preparó un gran fuego con esa madera. “Yo nunca he calentado un horno -dijo entonces a la bruja-. ¿Por qué no miras el fuego y me dices si está bien?”. “¡Sal de ahí, pedazo de tonta! -chilló la mujer-. ¡Yo misma lo vigilaré!”. Y abrió la puerta de hierro para mirar. En ese instante salió una bocanada de humo y la bruja se deshizo. Solo quedaron un puñado de polvo y un manojo de llaves. Gretel recogió las llaves y corrió a liberar a su hermanito. Antes de huir de la casa, los dos niños buscaron comida para el viaje. Pero, cual sería su sorpresa cuando encontraron montones de cofres con oro y piedras preciosas! Recogieron todo lo que pudieron y huyeron rápidamente.

Tras mucho andar llegaron a un enorme lago y se sentaron tristes junto al agua, mirando la otra orilla. ¡Estaba tan lejos! “¿Queréis que os cruce?”, preguntó de pronto una voz entre los juncos. Era un enorme cisne blanco, que en un santiamén los dejó en la otra orilla. ¿Y adivinen quien estaba cortando leña justamente en ese lugar? ¡El papá de los chicos! Sí, el papá que lloró de alegría al verlos sanos y salvos. Después de los abrazos y los besos, Hansel y Gretel le mostraron las riquezas que traían, y tras agradecer al cisne su oportuna ayuda, corrieron todos a reunirse con la mamá.

Cuentos de navidad cortos inventados

En esta ocasión te compartiré cuentos cortos para niños de navidad, escrito por autores desconocidos. En un caso encontrarás un relato tradicional del cual no se conoce autoría y por el otro lado un autor contemporáneo Francisco Ayala, cuyos relatos se hacen más conocidos cada día en países de habla hispana.

Nacimiento del niño Jesús (Anónimo)

Era un 24 de diciembre Maria y José iban camino a Belén, José iba a pie y Maria sentada en un burro.
Maria estaba embarazada y esa noche tendrá a su hijo, el que se llamara Jesús.
Tiempo atrás el arcángel Gabriel visitó a Maria y le dijo que en su vientre llevaba al hijo de Dios, al que debía llamar Jesús.
Maria y José buscaron donde dormir esa noche, pero nadie podía alojarlos, estaba todo ocupado.
Un señor de buena voluntad les presto un establo para que pasaran la noche, mientras José juntaba paja para hacerle una cama a Maria.
En el cielo nació una estrella que iluminaba mas que las demás.
En el oriente, lejos de Belén estaban tres sabios astrólogos, se llamaban: Baltazar, Melchor y Gaspar.
Ellos sabían que el nacimiento de esta estrella significaba que un nuevo rey iba a nacer.
Los tres sabios a los que conocemos como Los Tres Reyes Magos fueron guiados por la estrella hasta el pesebre del nuevo rey, Jesús.
El nuevo rey ha nacido dijeron los Reyes Magos, y le regalaron a Jesús oro, mirra e incienso.
Así como Baltasar, Melchor y Gaspar llevaron regalos a Jesús…
Ahora el viejito pascuero(Papá Noel) trae regalos en Navidad, celebrando cada año, el Nacimiento de Jesús.

Ángel de la Navidad (por Francisco Ayala)

Lara era una niña muy bondadosa, sonriente y de buen corazón, su familia y amigos la amaban por ser una buena niña y una buena influencia para todos. Había algo que pocos sabia, pero que a Lara la atormentaba día y noche, su pequeño hermano Cris, estaba muy enfermo, los doctores no le daban muchas esperanzas de vida al menos que compraran unos costosos medicamentos y su familia no podía pagar por ellos.

Diciembre llegó y con él, un frio torrencial, cada día sus padres salían a pedir dinero en las calles, por las noches llegaban empapados por la nieve pero no con mucho dinero, ni siquiera un cuarto de lo que necesitaban para las medicinas de Cris.

El día de noche buena, viendo que sus padres habían hecho un verdadero esfuerzo por juntar el dinero que requerían y no llevaban más de la mitad, Lara tomó la iniciativa de ir a pedir dinero por su cuenta, así que, mientras su madre preparaba la humilde cena para la noche, se escapó pensando que tal vez ella tendría mejor suerte.

Cuando llevaba más de 8 horas de haber dejado su hogar, Lara había recolectado algo de dinero, y daba las gracias a los caminantes caritativos que se lo daban, pero no era lo suficiente para cubrir los costos del medicamento, estaba que tiritaba de frío, pero en ningún momento pensó volver al calor de su casa hasta que juntara lo que hacia falta para pagar el tratamiento de su hermano, que aún era una suma bastante grande.

Con el frío de la noche, y sin la protección adecuada, Lara poco a poco se fue paralizando por el frio, temblaba, y la voz apenas le salía para dar las gracias a los que la ayudaban esto continuó por unas horas más, hasta que la helada la dejó inconsciente.

Una bella dama, quien caminaba por la calle, atareada por llegar a la cena navideña de su trabajo, vio a Lara inconsciente en la acera y se preocupó mucho. No dudo ni tantito en abrigarla con su chaqueta y preguntó a la gente que tenía cerca si conocían a la niña. Resultó que un hombre, que era amigo de la familia pasaba por ahí, y la reconoció, le dijo donde vivía y la dama prefirió ayudarla y llevarla hasta su casa que ir a la cena de su trabajo.

Cuando la dama tocó a la puerta, los papas de Lara abrieron la puerta con una cara de preocupación y alivio, pues estaban angustiados porque no sabían donde estaba su hija. La bella dama, quien les dijo que se llamaba Adaia, coloco a Lara en el sillón junto a la chimenea, y les dijo a sus padres que se pondría bien mientras estuviera cerca del calor, y les explico que se había desmayado por el frío y que la había encontrado en la acera junto con una lata con dinero.

Los padres de Lara se pusieron a llorar, ya que no sabían que su hija había salido a pedir dinero para su hermano, y le explicaron a Adaia que su hija era amada por todos precisamente por tener un muy buen corazón. Fue entonces cuando Lara despertó, y con lagrimas en los ojos les dijo a sus padres:

-Lo siento mucho, no pude recaudar el dinero suficiente para Cris.

Adaia, miro su reloj y sensibilizada por la historia de la familia y por el buen corazón de Lara le dijo:

-No te preocupes pequeña, yo les daré el dinero que les hace falta para curar a tu hermanito, velo como un regalo de Navidad para toda tu familia- Y así lo hizo. Toda la familia se alegró y emocionó al punto de las lagrimas. Adaia invitada por los padres de Lara, se quedo para la cena navideña, que consistía de sopa, un pedazo de pan y puré de patatas. Cuando Adaia se despidió de la familia, para irse a su casa, Lara la abrazó con mucho cariño y llena de agradecimiento por lo que había hecho y le dijo:

-Muchas gracias Adaia, gracias por ser nuestro Ángel de la Navidad.

Cuentos navideños para representar en teatro

Si quieres representar en teatro algún cuento de navidad corto, aquí te comparto dos cuentos de navidad para representar en teatro muy fáciles de guionar, para armar una linda obra y sorprender a la familia con una buena representación navideña.

Clara y el belén de navidad (por Lucky)

La pequeña Clara, era una gran aficionada a construir belenes. Cada año, se dedicaba con pasión a planificar todo aquello que deseaba incluir en el próximo.

Cuando llego la hora de montarlo, todos se quedaron maravillados ante la gran obra que había llevado a cabo la niña. Todos los personajes, tenían un aspecto estupendo e incluso, les había hecho, unos preciosos trajes para la Virgen María y San José ,y para que el niño no tuviera frío, una mantita bordada con hilo dorado.

Todos los elementos del belén, lucían con un brillo especial, tanto que fue seleccionado para ganar multitud de premios e incluso fue propuesto como finalista, para ganar el primer premio nacional del mejor belén.

Estaba tan ilusionada, que se levantó antes de lo normal para darle los últimos toques, antes de que esa mañana, fueran a visitarlo los jueces. Cuando llegó al lugar donde estaba dispuesto su maravilloso belén, no creía lo que estaba viendo. Todo lo que había construido con tanto esmero, estaba destrozado.

Antes de que tuviera tiempo a preguntarse por el autor de tal fechoría, su hermana pequeña, con su mejor sonrisa, confesó que la que había hecho eso, era ella, por ayudarla.

Aunque su intención era regañarla, el niño Jesús, le hizo comprender, que no merecía la pena enfadarse con ella y tras felicitarla por su hazaña, le dio el más grande de los besos.

La ventana (por Tes Nehuen)

Este es otro de los mejores cuentos navideños para dramatizar, ya que posee bastantes personajes y se trata de un cuento de navidad corto que te permitirá guinarlo fácilmente.

La Navidad había llegado al pequeño pueblo. Allí, donde apenas vivían unas diez familias, los días de las fiestas eran sumamente especiales. Incluso parecía como si mucha más gente habitara en las pocas casas que conformaban el casco.

Gustavo vivía en una casita que estaba al final de la urbanización, si se le puede llamar así. Compartía su casa con su madre viuda y una abuela cascarrabias que no quería a nadie, ni siquiera a su propia hija, con la que siempre estaba discutiendo y peleando.

Cuando se se acercaba la Navidad Gustavo se ponía muy contento porque durante esos días lo dejaban deambular solo por el pueblo; lo que no le gustaba de estas fechas era que su abuela siempre se ponía más insoportable porque no le gustaba que la gente festejara y derrochara el tiempo en comidas grupales y esas cosas. Ella prefería quedarse con su máquina de coser, mirando por la ventana hacia alguna parte que Gustavo no sabía qué era.

Ese año la Navidad se presentaba algo más especial porque unos reyes vendrían a visitarlos. Eran unos viajeros que iban de pueblo en pueblo emulando el viaje de los reyes magos. Gustavo se puso tan contento y tanto se entusiasmó que durante días no pudo pensar en otra cosa.

Pocos días antes de la fecha en la que llegarían estos extraños visitantes comenzó a llover tanto que se inundaron todos los caminos. El pueblo quedó completamente aislado y se suspendieron la mayoría de las fiestas. Gustavo estaba muy triste sobre todo por haberse perdido la oportunidad de conocer a esos reyes que venían de otro sitio.

Una tarde mientras estaba tomando la merienda absolutamente absorto en la pared de la cocina de su casa, su abuela dejó la máquina de coser y se le sentó al lado. ‘¿Por qué estás tan triste, Gustavo?’ El niño se sorprendió mucho; jamás su abuela se había preocupado por cómo estaba él. ‘Es que me gustaría saber cómo es afuera y ellos podrían habérmelo dicho’. ‘No te preocupes, lo sabrás. Algún día podrás dejar este lugar y viajar a donde quieras pero mientras tanto en vez de quedarte mirando hacia esa pared podrías hacer como yo, a través de esa ventana verás el campo: ahí afuera es donde se cuece la vida’.

El niño se quedó sorprendido por la sabiduría de su abuela y le hizo caso. Desde ese día pasaba muchas tardes sentado frente a la ventana, observando la línea del horizonte que cada vez se acercaba más y soñando con que un día él también podría ser un rey mago para pasear de pueblo en pueblo llevando la alegría a los niños que soñaban con vivir en otra parte.

Cuentos de navidad largos para niños más grandes

Si tus niños ya leen y quieres compartirles cuentos de navidad largos, aquí encontrarás una selección de cuentos populares largos para niños que ya practican la lectura.

  • El zapatero y los duendes - Hermanos Grimm: Cuenta la historia de un zapatero que por trabajar muy duro, reciboe como recompensan en Navidad, unos duendes que lo ayudaban a terminar y mejorar sus creaciones. Se trata de un clásico de la literatura infantil navideña
  • La Santa noche - Selma Lagerlof: la escritora fue la primera mujer en ganar el Premio Nobel de Literatura. Se trata de la historai de un hombre que busca ayuda para encontrar cobijo para el y su familia (su mujer e hijo recién nacido) y de cómo descubre el valor del espíritu navideño.
  • A Christmas Carol - Charles Dickens cuenta la historia de un hombre viejo y muy avaro llamado Scrooge que no creía en la navidad y cómo según los hechos que le irán sucediendo, aprende que lo valioso en la vida no es el dinero sino la amistad y el cariño de los demás.

Si quieres felicitar o dedicar alguna frase especial a tus hijos con sus regalos o a algún ser querido en estas fechas, a continuación encontrarás un video con las mejores frases sobre la navidad para compartir:

¿Quieres recibir mas consejos en vídeo? Suscríbete a nuestro canal de YouTube

Decoración, frases y mucho más sobre la navidad

Armar el árbol de navidad puede ser una actividad muy esperada por los más chicos de la casa, a continuación conocerás algunos consejos para decorar el árbol de navida y todo tu hogar con espíritu navideño y más frases y reflexiones para regalar a tus seres queridos:

  • Cómo decorar el árbol de navidad: aprende estos consejos útiles para decorar de la forma más hermosa tu árbol de navidad y disfrutar una actividad en compañía con tus hijos.
  • Frases para dedicar en navidad: conoce las más bonitas frases para dedicar o compartir en redes sociales sobre el espíritu y los valores de la navidad.
  • 30 frases sobre la navidad: conoce hermosas reflexiones sobre el origen de la navidad para reflexionar con tus hijos, sobre los valores importantes en estas fechas.
Otros artículos que te pueden interesar:


Comunicadora social. Apasionada de la astrología como herramienta de crecimiento personal.

No hay comentarios

Créditos de la imagen