Según Feldenkrais (1980) el movimiento constituye la base de conocimiento del propio cuerpo.
Es decir, la manera más eficaz, directa y pragmática para estudiar tu cuerpo, el modo que se comporta y la forma más efectiva de comprenderlo es, a través del movimiento.
El por qué utilizar esta acción motora como camino del conocimiento del propio cuerpo lo explica el mismo Feldenkrais al decir:
- Es la principal ocupación del sistema nervioso.
- Su cualidad es más fácil de distinguir que otros factores o sentimientos.
- La capacidad para moverse influye mucho en la propia valoración.
- Los movimientos reflejan el estado del sistema nervioso.
Conceptualmente, las posibilidades que otorga el movimiento son más profundas y extensas de lo que puedes apreciar a simple vista.
En efecto, moverse no se limita a realizar una acción motriz mecánica, constituye un medio, directo e indirecto, para la consecución de tus objetivos.
Por ejemplo, el desarrollo y aumento de la conciencia corporal, afecta positivamente la capacidad de movimiento, y por tanto, tu propia estima y valoración.
Ese incremento de la autoestima impacta sobre los niveles de estrés social, favoreciendo conductas no destructivas, como las asociadas a la obesidad con la ingesta compulsiva de comida.
Por tanto, el movimiento se constituye en un factor de desarrollo del ser humano y no sólo en un simple medio para alcanzar metas de naturaleza primaria.
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