Técnicas de estimulación temprana

En primer lugar se debe tener en cuenta que si bien estas guías con técnicas de estimulación temprana son útiles, siempre es bueno innovar e inventar con creatividad, actividades que satisfagan las necesidades del niño.

Una de las actividades que primero se desarrolla en el niño tiene que ver con su desarrollo psicomotriz, específicamente con levantar y controlar la cabeza. Esto le habilita para poder sentarse, gatear, voltearse por lo que lo primero es que el niño pueda controlar la cabeza. En el caso de un niño recién nacido va a poder sostener o levantar su cabeza por unos momentos y luego, en el transcurso de los diez primeros meses de vida, va a desarrollar un buen control.

También sucede que aquellos niños con un desarrollo más lento pueden tardar un poco más en levantar la cabeza. En este caso se debe intentar ayudarle a controlar la cabeza para que a partir de ello, quede habilitado a otras cosas como sentarse, gatear o caminar.

Cuando el niño no levanta la cabeza:

• Hay que llamar su atención mediante objetos y sonidos.
• Los objetos tienen que tener colores brillantes y hacer sonidos alegres o curiosos que le llamen la atención.
• También puedes acostarlo boca abajo con sus piernas flexionadas hacia dentro y comenzar a hacerle masajes hacia los lados de la columna, de forma suave e ir bajando, desde el cuello hasta la cadera.

Puede suceder que el niño tenga dificultades en levantar la cabeza por tener hombros o su espalda débiles. Para resolver esto puedes poner una cobija doblada bajo el pecho y los hombros y ponerle un juguete cerca, para que intente ir hacia él o agarrarlo.
También se lo puede cargar sobre el pecho de uno, para que tenga menos dificultades para levantar la cabeza al estar acostado boca abajo y de esa forma queda casi sentado.

En el caso de algunos niños les puede servir para levantar más fácil su cabeza, si se encuentran sobre una "cuña".

Cuando se quiera estimular el control de la cabeza al estar acostado boca arriba, lo tienes que tomar de abajo de los hombros y levantarlo poco a poco, hasta que su cabeza le cuelgue un poco y luego lo vuelves a acostar.

Como precaución te recomiendo que no levantes al niño tomándolo de los brazos y si llegas a ver que al levantarlo de los hombros le cuelga mucho la cabeza, no lo levantes. Eso lo constatas si al comenzar a levantarlo, los músculos del cuello no se le aprietan.

Cuando el niño no logra levantar la cabeza:

• No hagas que su cabeza quede colgando.
• Debes recogerlo, sentarlo y poco a poco animarlo y recogerlo hacia atrás, animándolo a que mantenga la cabeza levantada.
• Trata poco a poco que controle la cabeza recargándolo una y otra vez, pero nunca dejes que se le caiga la cabeza hacia atrás.
• Al alimentar al niño con el pezón en vez de ponérselo en la boca directamente, se lo puedes acercar a los labios animándolo a que se mueva hacia él.