Historia de los sahumerios: usos en las culturas egipcia y árabe

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El alimento de los dioses

En la Antigüedad, el hombre daba por hecho que todo lo que existe tiene un ánima o alma, y que ese ánima, al igual que el hombre, por ser de las características de los dioses, debía de tener un alimento igual que ellos. Y ese alimento eran los sahumerios.

Puesto que los dioses no tenían cuerpo, en las diferentes culturas siempre le han intentado dar forma: es decir, intentaron salinizar (fijar) el arquetipo de lo que ellos entendían que debía ser. Creían que los sahumerios, por su naturaleza de producir humo y fuego, eran un alimento de la misma naturaleza que las deidades, y que debido a eso podían alimentar su ánima.

Los antiguos creían que las deidades estaban compuestas por aire y fuego, eso era lo que diferenciaba a los humanos de los no humanos. Sabían que los arquetipos de las deidades no podían recibir alimentos humanos, y por eso se refugiaron en buscar plantas y diferentes materiales para quemar, a modo de ofrendas. Así comenzaron a poner sahumerios a los pies de las diferentes representaciones arquetípicas que cada pueblo representó.

También tenían la creencia, de que, como los dioses estaban ascendidos, el humo y las sustancias aromáticas les llegarían de mejor manera posible. Y no sólo lo hacían como ofrenda a los dioses, sino también como acercamiento del alma humana, por similitud, a determinada deidad.

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Sahumerios para curar enfermedades

Tan alto llegó el uso casi sagrado de los sahumerios, que los antiguos médicos egipcios también los utilizaron para curar también el alma humana.

Pese a la creencia común de que no sabían lo que eran los dioses, sí que sabían perfectamente lo que estaban haciendo. Desde su punto de vista estaban curando igual con igual mediante las fuerzas que ellos creían que armonizaban, y que era la misma fuerza que había creado tanto al dios, como a la enfermedad. Es más, tenían las enfermedades clasificadas por “dioses”.

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Sahumerios para ritos funerarios

Los sahumerios también se han utilizado desde siempre en ritos funerarios, para llamar a los dioses y lograr que se llevaran el alma del difunto. Era su manera de garantizarles un feliz viaje.

A modo terapéutico, los médicos andalusíes (hakim) fueron practicantes de esta técnica. Sin embargo, su aplicación y su uso cae en abandono a mediados del S. XVI.

Con el tiempo, los sahumerios se comenzaron a utilizar como limpiadores de ambientes, como tranquilizantes, como armonizadores. En la actualidad, también es conocido el uso en aromaterapia que tienen los inciensos y sahumerios, que te invitan con sus aromas a las prácticas de meditación.

Los sahumerios se muestran, pese a todas las tendencias y visto desde nuestro lenguaje, como uno de los remedios más eficaces que existen. La lenta combustión de los aceite esenciales y de las partes corruptibles de la planta permite que las partes activas asciendan (en unos casos como ofrendas, en otros como remedios curativos) y sean tan sumamente sutiles que penetren por los poros de la piel y lleguen a los rincones más inaccesibles del cuerpo.