Andar es sinónimo de calidad de vida

La simple práctica diaria de andar treinta minutos es un ejercicio cardiosaludable que nuestro organismo agradece de manera importante en el medio y largo plazo; incluso, sin modificar la dieta, según un estudio.

Un reciente estudio pone de manifiesto que caminar durante 30 minutos los siete días de la semana es suficiente para reducir la circunferencia de cintura y el riesgo de síndrome metabólico, un trastorno cada vez más frecuente relacionado con la obesidad y el sedentarismo. Según Johanna L. Johnson, investigadora clínica de la Universidad Duke Medical Center, de Carolina del Norte en Estados Unidos, "el beneficio se obtiene aunque no se modifique la alimentación", asegura.

Se estima que un cuarto de los adultos en Estados Unidos tiene síndrome metabólico, un conjunto de factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollar enfermedad cardíaca, diabetes e infarto cerebral (ACV). Además, los investigadores señalan que cada vez más personas sufren este tipo de problemas.

Los nuevos resultados basados en un conjunto de estudios en los que los investigadores analizaron los efectos de distintos niveles e intensidades de ejercicio sobre 171 hombres y mujeres de mediana edad con sobrepeso, advirtieron los beneficios cardiosaludables de la práctica diaria de caminar o realizar un paseo, vigoroso pero paseo, al fin y al cabo.

Según los datos del estudio, antes de hacer ejercicio de manera regular, el 41 por ciento de los participantes tenía síndrome metabólico y al finalizar los 8 meses del programa de ejercicio, el trastorno afectaba al 27 por ciento de los participantes por lo que "esa es una gran reducción de la prevalencia", según Johnson.