Los mejores alimentos para tratar el cáncer

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Cómo ayudan los alimentos a tratar el cáncer

En ocasiones los alimentos pueden actuar como agentes de prevención del cáncer y en otros casos ayudan al tratamiento del mismo. El objetivo de la alimentación en cáncer es mejorar el estado de salud general y aumentar las defensas, con el objeto de soportar mejor los tratamientos de quimioterapia y radioterapia y así aumentar las chancees de una recuperación más rápida y efectiva.

Antes de mencionar los alimentos para el cáncer es importante aclarar que estos pueden variar en cada caso, ya que en ocasiones los tratamientos no son similares y el origen del cáncer es diferente, no es lo mismo un cáncer de estómago, que un linfoma. Esto es importante para entender que a veces la alimentación puede variar y adecuarse al tipo de cáncer y tratamiento terapéutico.

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Alimentación para el cáncer: ¿qué tipos de alimentos debes comer?

Los alimentos adecuados para el cáncer son aquellos que contienen vitaminas, minerales, antioxidantes (que provocan una regeneración celular más rápida y el estado de salud mejora), aminoácidos esenciales (para formar y reparar tejido), grasas de buena calidad como los omega 3 y omega 6 e hidratos de carbono complejos que brinden energía al cuerpo para acelerar el proceso de recuperación. Dentro de estos alimentos se pueden mencionar:

• Carnes: este es un alimento especial porque si bien posee proteínas de alto valor biológico y aminoácidos esenciales, la realidad es que en ocasiones es rechazado ya sea por su color, sabor u olor, o por su lenta digestibilidad. En estos casos se sugiere moler las carnes rojas o blancas como pollo o pavo y añadirla a diferentes preparaciones como papillas, purés, budines, pasteles, etc. En cuanto al pescado es necesario ser prudente ya que puede ocasionar alergia.
• Vegetales: el enfermo oncológico necesita sumar calorías y nutrientes en muy poco volumen de comida, ya que en general se encuentran inapetentes. Por ello, no es recomendable consumir los vegetales crudos, ya que estos brindan saciedad y pocas calorías, aún en grandes volúmenes. Se sugiere prepararlos al vapor para conservar las vitaminas y minerales y consumirlos condimentados con salsa blanca o aceite de oliva. Es importante tener presente que en ocasiones se puede presentar diarrea o constipación, para lo cual se deberá adecuar los vegetales a ambos efectos adversos.
• Frutas: las recomendaciones son iguales a las verduras, es mejor que sean al horno, en compotas (en caso de constipación).
• Lácteos: en el caso de los lácteos es necesario ser prudente con la leche, ya que muchas personas se encuentran presentan intolerancia a la lactosa, debido al tratamiento o a una predisposición genética. En esos casos se aconseja consumir quesos blancos untables, quesos de pastas firmes y rallados. En general el queso suele ser un excelente alimento para aumentar el valor calórico de las comidas con poco volumen. Se puede agregar a los budines, sopas, gratinados, vegetales cocidos o frutas cocidas como crema chantilly light, etc. Incluso de pueden añadir a licuados o batidos proteicos que suelen ser de mucha utilidad para aumentar las calorías durante el día. En cuanto al yogur suele ser mejor tolerado que la leche, y también es muy vehículo para agregar otros alimentos como frutas, semillas o frutos secos molidos, o como base para salsas. Las bebidas lácteas con lactobacilus suelen ser buenas para aumentar las defensas intestinales.
• Huevo: el huevo entero puede ser no muy bien tolerado, por ello es necesario establecer una progresión probando tolerancia 2 a 3 veces en la semana. En cuanto a la clara de huevo sola es excelente como aporte proteico y se recomienda aprovechar estas propiedades para mejorar el estado nutricional de los pacientes. Las claras de huevo se pueden utilizar para preparar suflés, budines, purés, batidos proteicos o licuados.
• Aceites: se recomienda consumirlos solo como condimento y agregarlo a diferentes preparaciones para aumentar el valor calórico. Las frituras generalmente no son bien toleradas, ya que las grasas permanecen mucho tiempo en el estómago y pueden provocar nauseas o vómitos.
• Bebidas: el agua es la mejor bebida, porque permite depurar el organismo y eliminar toxinas y residuos propios de los medicamentos. Por otra parte sirve como hidratación en caso que se presente vómitos o diarrea. Se sugiere consumir agua mineral sin gasificar, especialmente después de terminar de comer para evitar la saciedad. Dentro de las infusiones, el té verde puede ser un muy buen antioxidante, además de aportar líquidos.
• Condimentos: si bien no hay sugerencias específicas respecto a los condimentos, se aconseja reducir los picantes y la sal (para evitar edemas y retención de líquidos). Son muy buenos aliados las especias aromáticas para darle un sabor diferente a las comidas y evitar el rechazo de las mismas.
• Suplementos alimenticios: la jalea real, la levadura de cerveza, el polen son muy buenos aliados para mejorar las defensas y fortalecer el sistema inmunológico. Además existen suplementos alimenticios de origen farmacológico que brindan macro y micronutrientes que el paciente oncológico necesita para poder reponerse más rápido y que a través de la alimentación no logra cubrir.

Por otra parte se sugiere consumir los alimentos fríos porque son más fáciles de digerir, y evitar las infusiones como el café o las bebidas gasificadas.

En términos generales estos son los alimentos apropiados para complementar el tratamiento médico, pero es importante recordar que en ocasiones es necesario otro tipo de alimentación, ya sea de índole enteral como parenteral.