Dietas macrobióticas

La dieta macrobiótica, régimen conformado por una serie de 10 dietas que van de -3 a +7, siendo la siete, diseñada exclusivamente con cereales. Su objetivo: el bienestar, tanto físico como mental.

La denominada dieta macrobiótica divide los alimentos en buenos y malos, partiendo de la filosofía oriental del yin y el yan.

La dieta macrobiótica persigue un objetivo claro, incrementar el bienestar físico y mental. El filósofo japonés Georges Ohsawa adopta el término para definir una filosofía de vida inspirada en la teoría oriental del yin y el yang, que busca aumentar la armonía entre el ser humano y el cosmos. Así, los expertos señalan que la dieta macrobiótica podría ser una forma extrema del vegetarianismo, combinada con ideas de filosofías orientales, que divide los alimentos en buenos o positivos y negativos o perniciosos.

Así, la alimentación es para los macrobióticos una parte fundamental de la vida que sirve para combatir cualquier enfermedad. La dieta macrobiótica clasifica a los alimentos en dos categorías: yin (alimentos pasivos) y yang (alimentos activos). Debe existir un equilibrio entre estos alimentos para cuidar nuestra salud. Así, los alimentos yin deben consumirse escasamente (azúcar, miel, bebidas alcohólicas, frutas tropicales, lácteos, pan blanco, embutidos, carne, huevos, almejas, especias, procesados, conservas, colorantes o ingredientes químicos), mientras que los alimentos yan son tonificantes (cereales, legumbres, algas marinas, ocasionalmente pescado y vegetales).

Los macrobióticos proponen cocinar los alimentos con aceite vegetal o agua, en recipientes de barro o pyrex y salarlos con sal marina no refinada. También aconsejan huir de frutas y verduras cultivadas con abonos químicos y prefieren comer verduras de cada estación, evitando las yin, papas, berenjenas y tomates. También señalan que las especias e ingredientes químicos, están prohibidos, al igual que el café ya que sólo se admite beber té de China natural y té japonés. Así, arroz, trigo, centeno, maíz, cebada, mijo están aconsejados. Se debe reducir al máximo la ingesta de líquidos y señalan que la masticación es muy importante.

Los expertos aconsejan siempre acudir antes a un especialista porque puede provocar desequilibrios funcionales, si no conocemos bien las propiedades de los alimentos. Así que cuidado, con la improvisación.

Otros artículos que te pueden interesar:


No hay comentarios