Los cuencos tibetanos, también conocidos como cuencos del Himalaya o Gongs Suzu son campanas de pie, que se cuelgan de forma invertida a las campanas que conoces. Aunque quizás cuando ves un cuenco tibetano piensas más en un cuenco como los que usas para tomar y beber sopas.
Pero lo especial de estos cuencos es que son cantores, al golpearlos suavemente con una maza acolchada se producen relajantes sonidos, que varían según el tamaño del cuenco y la forma de golpearlo. También se producen sonidos al friccionar diferentes materiales con el cuenco, como maderas, cuero o plásticos.
¿Qué son los cuencos tibetanos?
Los cuencos tibetanos actualmente son utilizados en todo el mundo para sesiones de meditación y relajación, como también para disfrutar de sus sonidos. Pero su origen se remonta a los años 500 a.C. aproximadamente, época del Buda Shakyamuni.
Esta tradición, nacida en la India fue trasladada por el maestro tántrico Padmasambhava al Tíbet. Luego se fue conociendo en todo Asia, en países como Nepal, Japón, China y luego al resto del mundo.
Estos cuencos, que además de sanadores son muy decorativos y de un material mestizo de cobre, estaño y trazas de hierro, zinc, plomo, mercurio y plata.
Características terapéuticas de los cuencos tibetanos
- Tienen propiedades curativas. Entre sus usos se encuentra la meditación, relajación profunda, reducción del estrés, Reiki, curación holística, musicoterapia y el equilibro de los chakras. Sus sonidos son curativos, ya que tus ondas cerebrales se alienan completamente con ellos. Éstos tonos tan particulares te llevan a un estado de meditación profunda y agiliza el pensamiento creativo.
- Producen sonidos armonizantes. La enfermedad, muchas veces, es producto de una desarmonía dentro de tu cuerpo, desequilibrio en las células o un órgano determinado. El sonido es vibración, que llega profundamente a todas las partes de tu cuerpo y transforma tus planos emocional y espiritual. Puede corregir desequilibrios a nivel del funcionamiento psicológico, ayudando a solucionar cualquier problema de salud.
- Emiten tonos que favorecen el pensamiento. Los sonidos que producen los cuencos tibetanos llegan a las ondas cerebrales theta, que son de vital importancia para la curación del cuerpo, pero también de la mente y el espíritu. Si éstas tres partes funcionan bien y están alienadas tu salud mejorará. Las vibraciones y sonidos crean un tono especial que te hará sentir mejor y te ayudará a relajarte, además de incentivar el pensamiento, la creatividad y la auto-sanación.
- Alinean los chakras. Por otra parte, también alinean los chakras, vórtices de energía procedentes de un legendario sistema indio de curación. Los cuentos tibetanos naturalmente ayuda a que los chakras estén alineados, corrige los desequilibrados y hace que funcionen correctamente.
Ahora no tienes más que empezar a adentrarte un poco más en esta práctica, concurriendo a alguna sesión o simplemente comprando tu cuenco y andando tu propio camino de aprendizaje. :)
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