Los programas de fuerza pueden ser por tanto adaptados a las necesidades de cada persona. Este estudio confirma la importancia del fortalecimiento muscular en la promoción de la salud y no sólo por motivos estéticos.
Ante una pérdida de equilibrio, una mayor fuerza está asociada a una capacidad superior para revertir situaciones de desequilibrio.
Las personas delgadas tienen una tasa de caídas dos veces menor que los obesos, esto se debe a que la fuerza muscular prepara al músculo para la acción y para la reversibilidad del movimiento.
A su vez la pérdida de peso y el aumento de la fuerza y la masa muscular, disminuye la inercia de los movimientos espontáneos dando más control al mismo y por tanto, conservando el equilibrio en forma más eficiente.
Los ejercicios de fuerza que se deben hacer básicamente deben incluir los miembros inferiores como prioritarios en el programa de acondicionamiento y luego la zona media del cuerpo que involucra la musculatura del tronco, ya que éste es el gestor del movimiento.
Eliminar kilos de más y mejorar la fuerza es por tanto una necesidad que excede el tratamiento puramente estético y contribuye a elevar tu calidad de vida
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