Tradicionalmente, los balnearios han sido considerados lugares de uso mayoritario por parte de personas de mediana o avanzada edad. Pero los tiempos cambian y actualmente, hasta un 60 por ciento de las personas que acuden a los balnearios son jóvenes en busca de técnicas y tratamientos naturales de belleza.
El turismo de balnearios ha evolucionado con los tiempos y, tras algunos años de estancamiento en los que sus clientes eran mayoritariamente personas mayores de 40 años, ha conseguido deshacerse de la imagen que relacionaba erróneamente a los balnearios con centros para el uso y disfrute de la tercera edad; un lastre en el terreno comercial y de marketing que, por aquel entonces, dificultaba enormemente toda expectativa de expansión e incluso supervivencia de este tipo de establecimientos en un mercado cada vez más exigente y experto.
Así, el auge de las terapias naturales en el terreno sanitario, por un lado, y el culto a la estética saludable, por el otro, han permitido aumentar el mercado objetivo de los balnearios, incorporando a su clientela a personas de entre 25 y 40 años hasta conseguir que este segmento represente, ahora mismo, el grueso de su mercado objetivo.
Si bien las aguas termales presentan beneficios sobre la salud, especialmente en lo que a problemas óseos, musculares y del sistema nervioso se refiere, la auténtica estrella para los jóvenes y el gran reclamo- lo constituyen los tratamientos de relax, que permiten de forma determinante romper con el estrés de una actividad rutinaria muy dura.
A pesar de este hecho, la demanda del mercado, más especializada e informada que nunca, está derivando hacia las técnicas y terapias de estética, tales como las envolturas de chocolate o las de algas. Es una tendencia creciente y presenta todos los síntomas de convertirse en mayoritaria en este campo.
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