Hace tan sólo unos años, María Moure Oteyza, licenciada en Farmacia, se instaló en O Courel para llevar a cabo la primera parte de su tesis, centrada en el uso tradicional de plantas medicinales, buscando un entorno idílico que le ayudará a concentrarse en tan magna tarea y lo encontró en O Courel.
La farmacéutica aprovechó para realizar más de 200 entrevistas con la intención de captar todo tipo de conocimientos sobre plantas medicinales, desde las aldeas de O Courel Alto, Baixo, hasta las comarcas limítrofes; áreas en las que repartió su estancia.
Su trabajo rescata un amplio saber amenazado por la despoblación del rural. Así, la especialista señala que "desde entonces ya han muerto muchos de mis informantes. Al menos quince", lo que prueba la despoblación galopante que vive la región.
La investigadora pudo constatar que el uso de las plantas y sus distintas fórmulas continúa vivo a través de la transmisión oral y constituye un patrimonio casi exclusivamente femenino, aunque subraya que los pocos casos en los que sus interlocutores fueron hombres resultaron especialmente provechosos puesto que guardaban conocimientos realmente ancestrales.
Ser un vecino más, mujer y compartir el gallego como lengua de comunicación fueron factores que contribuyeron a la consecución de unos resultados mucho más amplios y exhaustivos en su investigación, según comenta Moure.
En tan sólo un año en O Courel, Moure pudo recopilar conocimientos sobre más de cien remedios curativos, pero no sólo sobre plantas si no sobre otros remedios caseros como que la sopa de carne de culebra se utiliza como reconstituyente tras largos periodos de convalecencia, que la piel mudada de las serpientes se aplica sobre las heridas para acelerar la cicatrización o que la gentiana o xanzá en exceso puede provocar anemia.
Ahora, completará su tesis en el sur de Portugal. Otro paso será el estudio en laboratorio de los principios activos de las plantas recogidas en O Courel.
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